Ocho mil personas se han concentrado este jueves en las inmediaciones de la sede del PSOE en Madrid para mostrar su oposición a la posible ley de amnistía para los líderes independentistas catalanes condenados por el procés. La concentración, convocada por partidos y organizaciones de ultraderecha, ha tenido lugar en la séptima jornada consecutiva de protestas contra la norma.
La Policía ha cortado las calles adyacentes y ha dispuesto un cordón para proteger la sede socialista, ante la que los manifestantes, que portan banderas de España o la Unión Europea, corean cánticos como «Puigdemont, a prisión» o «no es una sede, es un puticlub».
Algunos manifestantes, la mayoría con la cara tapada, han comenzado a aumentar la tensión en la primera línea de la protesta, moviendo las vallas —que están unidas con candados—, haciendo gestos fascistas y tirando bengalas y petardos a los agentes.
La Policía ha comenzado a cargar contra los manifestantes después de que hayan tirado vallas, bengalas y hayan increpado a los agentes. Muchos de los concentrados se han dispersado por las calles aledañas. Los agentes han comenzado a usar material antidisturbios.
Según Delegación del Gobierno en Madrid, han asistido unas 8.000 personas, 1.000 más que el martes, día hasta ahora con más afluencia.
Los manifestantes presentes, tanto en esta concentración como en la de días anteriores, han expresado durante estos días su rechazo frontal a la norma, de la que aún no se conocen los detalles, y este jueves por primera vez lo han hecho ya con el acuerdo seguro entre Junts y el PSOE que posibilitaría presentar la ley.
Entre los concentrados en Ferraz, ha estado el líder de Vox, Santiago Abascal, que también estuvo en la convocatoria del pasado lunes y que ha abandonado la concentración pasada las 9 y media de la noche. El presidente del partido ultra ha hecho un llamamiento, en declaraciones a la prensa, a mantener las movilizaciones el tiempo que haga falta.
«Estoy aquí como un español más, para estar junto a mis compatriotas, para apoyarles, para respaldarles, para que sepan que no están solos, pero creo que no es el momento de ninguna manera de los partidos, es el momento del pueblo», ha subrayado Abascal en declaraciones a los medios en el marco de la concentración. Para el presidente de Vox también es el momento «de las instituciones leales», «donde no hay una mayoría golpista», a las que ha pedido que sean las que «convoquen a los ciudadanos de manera sistemática y permanente». «Hasta que seamos capaces de detener el golpe», ha clamado.
Esta nueva concentración se ha desarrollado de forma paralela a la que se ha celebrado desde las siete de la tarde ante la sede del Parlamento Europeo en el Paseo de la Castellana en Madrid para reclamar a Europa que frene la ley de amnistía que PSOE y Junts han pactado. Una concentración que se ha disuelto antes de las diez de la noche y en la que han participado algunas caras visibles del PP como los diputados Cayetana Álvarez de Toledo o Alfonso Serrano. Los manifestantes se han comenzado a desplazar andando desde la sede del Parlamento Europeo para seguir con las protestas en Ferraz.
Justo antes de que comiencen las protestas, previstas en Ferraz a las Ocho de la noche, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a diferencia de anteriores ocasiones, se ha pronunciado para pedir que las concentraciones sean pacíficas.
«La respuesta a este ataque a las bases de nuestra democracia debe partir de más democracia y debe ser por lo tanto firme, pero serena», ha señalado Feijóo en un mensaje en X. «Apelo a la responsabilidad y a que cualquier movilización sea pacífica. Nada ni nadie debe romper nuestra convivencia», ha añadido.
La tensión en las protestas contra la posible ley de amnistía va en aumento. El acuerdo entre PSOE y Junts ha dado un nuevo impulso a las movilizaciones, que han experimentado un notable incremento de participación en los últimos días.