Los féretros fueron colocados al exterior del Hospital Carlos Monge Medrano, localizado en la ciudad de Juliaca.
Cientos de habitantes de la ciudad de Juliaca, en el departamento de Puno, salieron a las calles este martes tras la masacre ocurrida el día anterior, en la que al menos 18 personas fallecieron y 112 resultaron heridas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.
La comunidad de Juliaca lamentó los 18 muertos y el centenar de heridos en medio de las denuncias de la brutal represión por parte de las fuerzas de seguridad. En este contexto, la Asociación de Funerarias de la ciudad donaron ataúdes para los fallecidos en la masacre.
«Nos solidarizamos con los hermanos caídos en la lucha por la libertad y la renuncia de Dina Boluarte», comentó a medios locales un integrante de la referida asociación.
Durante la mañana de este miércoles, 19 ataúdes fueron colocados al exterior del Hospital Carlos Monge Medrano, que es el principal centro médico al que trasladaron a las personas lesionadas por las protestas en las inmediaciones del Aeropuerto Inca Manco Capac. De momento, las autoridades solo han confirmado 18 muertes.
Al menos 34 personas permanecen internadas en el Hospital Carlos Monge Medrano, según confirmó este martes la Red de Salud San Román.
En medio de la indignación por las 18 víctimas fatales —y el saldo total de 45 muertos desde el inicio de las protestas nacionales en diciembre pasado—, el Gobierno de la presidenta Boluarte anunció este martes el toque de queda en la ciudad de Puno por el plazo de tres días, desde las 20:00 a las 04:00 horas.
Pese al intento del Gobierno de Boluarte por poner fin a las protestas antigubernamentales, continúan las movilizaciones en las regiones de Cusco, Arequipa, Apurímac, Madre de Dios y Amazonas.