La medida estuvo vigente durante menos de seis años en un intento de revertir la deforestación.
El presidente de Kenia, William Ruto, ha levantado la prohibición de talar árboles que estuvo vigente desde 2018, argumentando, entre otras cosas, la intención de crear empleos para los jóvenes, recoge AP.
Según medios locales, el mandatario también tachó de «absurda» la situación cuando los árboles «se están pudriendo en el bosque», mientras que los kenianos no tienen madera. En este sentido, aseguró el pasado domingo que tras la veda hay árboles maduros «listos para ser cortados». «A cualquiera que compre muebles de países extranjeros, le vamos a gravar impuestos porque queremos que todas esas cosas se hagan en el país», añadió Ruto.
De hecho, el primer presupuesto de su administración estableció un impuesto a todos los productos de madera importados, con el fin de fomentar la fabricación local.
Además, la prohibición se levanta después de que el Gobierno de Ruto lanzara el año pasado una iniciativa para plantar 15.000 millones de árboles durante 10 años. Este compromiso, recordó el presidente, es «un paso significativo para alcanzar el 30 % de cobertura arbórea para 2032 y mitigar el impacto negativo del cambio climático». Actualmente, los bosques cubren hasta el 8,8 % del territorio nacional.
No obstante, los ambientalistas están preocupados por la reanudación de la tala. Así, el director ejecutivo de Green Africa Foundation, John Kioli, dijo a AP que la decisión puede socavar todos los esfuerzos para poner a Kenia en una trayectoria baja en carbono mediante la rehabilitación forestal y todavía no está claro cómo se decidirá los árboles que están listos para cosechar. El activista tampoco se mostró optimista sobre el cumplimiento de los objetivos declarados de la plantación de árboles.