Rusia ha condenado la decisión de Estados Unidos de suministrar municiones de racimo a Ucrania como un camino hacia el genocidio y una amenaza a la paz mundial, informó el viernes la agencia de noticias RIA Novosti.
La decisión de EE. UU. fue un camino directo hacia el genocidio y, junto con sus socios europeos, se debería enfrentar a la justicia en el futuro, dijo Leonid Slutsky, presidente del Comité de Asuntos Internacionales de la Duma Estatal, citado por la agencia.
«Rusia responderá adecuadamente a esto y nuestras unidades militares serán informadas sobre el posible uso de municiones de racimo por el enemigo», enfatizó Slutsky.
Estados Unidos anunció el viernes la decisión de transferir a Ucrania municiones de racimo prohibidas por una convención internacional ratificada por 123 países.
La Convención sobre Municiones en Racimo, en vigor desde 2010, prohíbe el uso, producción, transferencia y almacenamiento de las municiones de racimo. Estados Unidos y Ucrania no son signatarios de la convención.
Las municiones de racimo que Washington enviará a Ucrania son disparadas desde obuses de 155 milímetros y cada bote alberga 88 bombas. Cada bomba tiene un alcance letal de unos 10 metros cuadrados, por lo que un solo bote puede cubrir una zona de hasta 30.000 metros cuadrados, según un informe de la cadena CNN.
Las municiones pueden esparcir «bombitas» en grandes áreas que pueden no explotar al impactar, representando un riesgo a largo plazo para cualquiera que las encuentre, similar a las minas terrestres, añadió.
«Ahora, por culpa de EE. UU., existirá el riesgo durante muchos años de que personas inocentes sean asesinadas por submuniciones sin explotar», resaltó el embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov.
