La Comisión Central para la Profundización Integral de la Reforma de China ha presentado una propuesta integral para avanzar en la reforma del sistema energético. Esta propuesta se centra principalmente en tres sectores clave: control de emisiones, petróleo y electricidad.
Para empezar, el país pretende mejorar la regulación del consumo total de energía y su intensidad, con una transición gradual hacia el control de las emisiones totales de carbono y su intensidad. Además, está previsto perfeccionar el sistema de contabilidad estadística de las emisiones de carbono y establecer un sistema de comercio de derechos de emisión de carbono.
El petróleo y el gas natural desempeñan un papel vital para sostener el desarrollo estable y saludable de la economía nacional china y el bienestar de su población. Por consiguiente, las empresas energéticas tienen una importante responsabilidad a la hora de ayudar a China a alcanzar sus ambiciosos objetivos de pico de emisiones y neutralidad de carbono. Como parte de este esfuerzo, el país se propone aplicar reformas en los sectores y mecanismos superiores, medios e inferiores de la industria del petróleo y el gas, garantizando un suministro de energía constante y fiable.
Simultáneamente, la mejora de la construcción del mercado de la electricidad ha seguido siendo un punto clave de la estrategia de reforma. En el nuevo plan, China se concentrará en construir un sistema de suministro eléctrico más sólido dando prioridad a cinco factores esenciales. Esto incluye una reducción gradual de la proporción de fuentes de energía tradicionales mediante la integración segura y fiable de nuevas fuentes de energía.
Los datos oficiales revelan que durante el periodo del «XIII Plan Quinquenal», el consumo medio anual de energía de China creció un 2,8 %, apoyando un crecimiento económico medio anual del 5,7 %. La nueva reforma del sistema energético indica un firme compromiso para lograr la neutralidad de carbono, adaptándose al mismo tiempo al entorno de seguridad energética. Además, se prevé la aceleración de la comercialización de la energía como resultado de estas medidas estratégicas.