En las noches este geco sale a buscar alimento como insectos y otros bichos, mientras que durante el día se vuelve un maestro del disfraz.
Un equipo de científicos ha descubierto una nueva especie de geco en Madagascar que durante el día se asemeja a la corteza de un árbol haciéndose casi invisible. Este reptil identificado como ‘Uroplatus garamaso’, que se encuentra en peligro de extinción, había sido confundido durante décadas con un tipo de geco similar, según un comunicado publicado esta semana por la Universidad de Copenhague.
En las noches el animal sale a buscar alimento como insectos y otros bichos, mientras que por el día se vuelve un maestro del disfraz, mimetizándose en el entorno y mezclando a la perfección su cuerpo con los colores de la corteza de los árboles, por lo que es casi imposible de detectar.
La nueva especie de gecos cola de hoja del norte de Madagascar supera a los camaleones en su habilidad de camuflaje, aseguran los autores del estudio.
«Los gecos cola de hoja son animales asombrosos. Son tan extraños y tienen un aspecto completamente distinto al de otros reptiles. Empezamos a sospechar que este ‘Uroplatus’ del norte de Madagascar era una especie diferente hace más de 23 años. Desde entonces, hemos realizado muchas expediciones y lo hemos estudiado con más detalle. Por fin estamos seguros de que se trata de una nueva especie», explicó Mark D. Scherz, conservador de herpetología del Museo de Historia Natural de Dinamarca y coautor del estudio.
Características especiales
Identificar al animal fue todo un reto para los científicos, ya que era notablemente similar a otro geco cola de hoja, llamado ‘Uroplatus henkeli’, con el que se había confundido hasta ahora. Con el tiempo, los especialistas descubrieron que la punta de la lengua de la nueva especie era de color rosa, a diferencia de su pariente, que tiene la lengua negra.
Además, la nueva especie es ligeramente más pequeña que ‘Uroplatus henkeli’ y tiene una cola más estrecha. Sin embargo, es una especie rara de la que se tiene poco conocimiento y que cuenta con pocos especímenes, por lo que los científicos la consideran en grave peligro de extinción.
«El color de la boca, que ha sido tan útil para identificar las distintas especies, tiene una función completamente desconocida. Hay muchas cosas que aún desconocemos de estos gecos, desde su relación evolutiva más amplia hasta su comportamiento», dijo Scherz.