La policía belga abatió a tiros este martes al presunto responsable del atentado perpetrado contra seguidores de la selección de fútbol sueca en Bruselas, que causó dos muertos y un herido.
El hombre, identificado como Abdesalem Al Guilani, era un conocido de la policía belga por tráfico de personas y residencia ilegal en el país. Se atribuyó la responsabilidad del ataque en un vídeo publicado en Internet en el que se identificaba como miembro del Estado Islámico.
El tiroteo se produjo en el barrio de Schaerbeek, en Bruselas, donde se encontraba escondido el presunto atacante. La policía lo localizó gracias a un aviso de un ciudadano que lo había visto entrar en un café.
Las víctimas del ataque eran dos ciudadanos suecos que habían acudido al partido Bélgica-Suecia de la fase de clasificación para la Eurocopa 2024 que se disputaba este lunes en Bruselas. Tras el ataque, se suspendió el encuentro en el descanso y más de 35.000 personas estuvieron retenidas en el estadio Rey Balduino de Bruselas durante dos horas.
El ataque ha causado una gran conmoción en Bélgica y Suecia. El primer ministro belga, Alexander De Croo, calificó el atentado de «sacudida de los cimientos de nuestras sociedades pacíficas». El primer ministro sueco, Magdalena Andersson, expresó su «solidaridad» con las víctimas y sus familias.
El atentado de Bruselas ha vuelto a poner de manifiesto la amenaza terrorista que existe en Europa. El Gobierno belga ha elevado el estado de alerta de seguridad de su capital al nivel más alto y ha advertido al público que esté más atento y evite viajes innecesarios.