Se prevé que en el último trimestre de 2023, a partir de octubre a noviembre, el fenómeno de El Niño llegue a aquí, a Ecuador. Las autoridades ecuatorianas ya están en alerta debido a las posibles consecuencias que podría traer consigo.
Desde principios de este año, el clima extremo ha tenido muchos efectos adversos en la agricultura, la ganadería y la pesca en muchos países de América del Sur, y Ecuador, no se ha librado.
Partiendo de Guayaquil, capital de la provincia de Guayas, y conduciendo durante unos 30 minutos, llegamos a una plantación bananera de 200 hectáreas y con una exportación anual de unas 210.000 toneladas.
«El exceso de agua perjudica la producción de banano de tal manera que las plantas se estresan, comienzan a emitir menos hojas, los racimos pesan menos. De igual manera, las inundaciones hacen que aparezcan diferentes tipos de enfermedades», dijo Manuel Lozano, administrador de plantación bananera local.
Los conocedores de la industria bananera dicen que el pronóstico tiene a muchos productores de banano preocupados, por lo que deben tomar precauciones para lo que se viene.
«Los productores bananeros, hacen el mantenimiento de sus sistemas de drenaje, hacen el mantenimiento de sus sistemas de bombeo, para que toda el agua que caiga por las lluvias sea evacuada inmediatamente. Hay que recordar que el banano puede aguantar inundado, por ahí 24-48 horas. Si ya pasa más de eso, esa fruta tiende a perder calidad», dijo Leónidas Estrada Vasquez, presidente de Agroban, Corporación Regional de Bananeros Ecuatorianos.
Según el pronóstico del Instituto Nacional de Meteorología del Ecuador, las zonas costeras del país se verán afectadas por el fenómeno de El Niño y experimentarán fuertes precipitaciones a partir de octubre de este año.
«Este año se prevé que el nivel del agua suba del estándar que se entiende como normal, un grado y medio más, y que pueda generar secuelas en una alerta naranja o roja, y se estima que eso va a pasar en un mes aquí en Ecuador. Los fenómenos climáticos no tienen fronteras. En ese sentido, deberíamos como países unificar esfuerzos y poder tener medidas de mitigación porque ya el calentamiento global se impuso en el planeta», dijo Santiago Ron, periodista especializado en asuntos ambientales.
«Los impactos de El Niño podrían ser generalizados a nivel nacional. Podríamos tener afectación tanto en los sectores estratégicos como en los sectores productivos. Es por eso que también con diferentes instituciones mantenemos una constante comunicación con el fin de nosotros proporcionar información de como sería el comportamiento climático durante los próximos meses y en base a eso, ellos también podrían tomar las respectivas acciones que puedan mitigar los impactos que puedan sufrir sobre todo en la agricultura con las lluvias muy intensas», dijo Vladimir Arega, centro de Alerta Temprana, Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología del Ecuador.
Además de afectar las plantaciones, las fuertes lluvias que acompañan al fenómeno de El Niño también pueden provocar inundaciones y deslizamientos de tierra.