La Cancillería argentina convocó el pasado martes a la embajadora británica, Kirsty Hayes.

El Gobierno de Argentina presentó una «firme protesta» ante el Reino Unido por el anuncio de nuevos ejercicios militares en las Islas Malvinas, informó este jueves el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto del país suramericano.

La protesta se produjo, además, por la intención de Londres de introducir nuevos actores militares en las islas, en referencia a la posible presencia de soldados provenientes de Kosovo.

En concreto, según dice el comunicado, la Asamblea de Kosovo habría decidido enviar a las Malvinas a siete miembros de sus Fuerzas de Seguridad (KBS), «en una operación de apoyo a la paz, de conformidad con un acuerdo suscrito con el Reino Unido».

Ante el descontento que causó esto al Gobierno argentino, la Cancillería convocó el pasado martes a la embajadora del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte en Buenos Aires, Kirsty Hayes.

Entonces, el secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, y el subsecretario de Política Exterior, Claudo Rozencwaig, hicieron la entrega de la nota de protesta y manifestaron que la iniciativa militar llevada adelante por Londres «constituye una injustificada demostración de fuerza». Además, indicó que se trata de «un deliberado apartamiento de los llamamientos de numerosas resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas y de otros foros internacionales», que instan a Argentina y al Reino Unido a reanudar las negociaciones, a fin de encontrar una solución pacífica y definitiva a la disputa de soberanía que involucra a ambos países.

Particularmente, señalaron que la acción contraviene varias resoluciones de la Asamblea General de la ONU, como la 31/49, que insta a ambas partes a que «se abstengan de adoptar decisiones unilaterales que entrañen la introducción de modificaciones en la situación mientras las Islas están atravesando el proceso de negociación»; y la 41/11, que exhorta a los Estados de todas las demás regiones, en especial a los militarmente importantes, a que respeten escrupulosamente la región del Atlántico Sur como una zona de paz y cooperación, en particular mediante la reducción y eventual eliminación de su presencia militar.

«La presencia militar extrarregional en las islas se contrapone categóricamente con la permanente voluntad de la República Argentina de resolver la controversia por medios pacíficos», dice el comunicado de Buenos Aires.

En el encuentro con la embajadora británica, los funcionarios argentinos aprovecharon para reiterar la disposición del Gobierno de reanudar las negociaciones para resolver de forma pacífica la disputa sobre las Malvinas.

El pasado 1 de diciembre, la Cancillería argentina ya había emitido un comunicado en rechazo a los nuevos ejercicios militares del Reino Unido en la zona en disputa.

Asimismo, previamente, el 22 de noviembre, en otro comunicado, Buenos Aires rechazó el despliegue de actividades oficiales de la princesa Ana de la Casa real británica en las Malvinas.

En esa oportunidad, dijo que tales actividades se llevaron a cabo «en ejercicio de la ocupación ilegal británica en las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes».

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