Los funcionarios estadounidenses planean visitar Pekín, donde se espera que tengan lugar «algunas de las conversaciones más difíciles».
La Administración Biden planea ejercer presión sobre los países que todavía no hayan sancionado a Rusia por su operativo militar en Ucrania. Para ello, los funcionarios estadounidenses ya han visitado Turquía y los Emiratos Árabes Unidos en las últimas semanas y tienen previsto ponerse en contacto con Pekín, donde se espera que tengan lugar «algunas de las conversaciones más difíciles», informa Bloomberg.
El medio señala que la campaña abarcará sobre todo a las empresas que tengan vínculos comerciales con Washington. «Incluso donde un líder político podría estar interesado en, como cuestión de política, tratar de encontrar algo que parezca una postura política neutral o equilibrada, eso no es apto para un banco o una empresa«, dijo Elizabeth Rosenberg, subsecretaria del Tesoro estadounidense.
«La elección es mucho más clara para las empresas privadas en estas jurisdicciones. Y es parte de nuestro proyecto ayudar a aclarar la elección», indicó.
Sin embargo, Agathe Demarais, exfuncionaria del Tesoro de Francia, afirma que poco a poco EE.UU. va perdiendo influencia sobre un número cada vez mayor de naciones sujetas a sanciones. Países que poseen fuertes economías y activos vínculos en el comercio global, como Irán, Cuba, Siria, Myanmar, Corea del Norte y Venezuela, y ahora cada vez más también Rusia y China, «han llegado a asumir que las sanciones permanecerán vigentes para siempre».
En este contexto, les resulta más favorecedor adaptarse a las medidas punitivas y «reorientar su comercio hacia otros países», que «hacer esfuerzos para intentar que se levanten las sanciones», explicó Demarais.
Por su parte, Daleep Singh, exfuncionario de la Casa Blanca, indicó que las sancionas económicas son solo «una parte de la estrategia» destinada a «poner a Ucrania en la mejor posición posible» en su conflicto con Rusia. Mientras tanto, Nicholas Mulder, profesor de la Universidad de Cornell, señaló que ha llegado la hora de «reducir las expectativas» acerca del poder que tienen. «Las sanciones son, en última instancia, un espectáculo secundario para decidir el resultado de esta guerra«, concluyó.