La vicepresidenta detalló las razones que la llevan a reclamar que la magistrada María Eugenia Capuchetti se aparte del caso, y en ese sentido alegó «irregularidades y arbitrariedades desde el primer día».
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, presentó este lunes una recusación contra la jueza María Eugenia Capuchetti, que está a cargo de la causa por el intento de magnicidio que sufrió.
La mandataria detalló en un escrito de 37 páginas, que lleva la firma de los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, las razones que la llevan a solicitar que la magistrada Capuchetti se aparte del caso y la cuestiona porque, considera en el escrito presentado, que «ni sabe ni quiere investigar».
En el texto, la querella sostiene que no se ha avanzado en las líneas de investigación que involucran a sectores de la oposición de derechas, específicamente la pista que vincula al diputado macrista Gerardo Milman con el atentado. Y señala que «así, no se puede seguir».
«Estamos ante una de las causas más relevantes de nuestra historia democrática, y necesitamos que la investigación esté liderada por alguien voluntarioso y que las decisiones las tome un juez imparcial, comprometido con la verdad y la justicia, y no con no molestar a quienes no hay que molestar», especifica el documento que Cristina Fernández compartió en sus redes sociales.
«Comparto la recusación a la jueza Capuchetti en la causa del atentado contra mi vida, el 1 de septiembre pasado. A partir de la página siete se detallan sus irregularidades y arbitrariedades desde el primer día, cuando se borró el celular de Sabag Montiel», dice la vicepresidenta en referencia a la pérdida de información del teléfono del hombre que intentó dispararla.
«Esta querella detectó actuaciones, como mínimo, negligentes por parte de la jueza desde, literalmente, el primer día de la investigación. Estas situaciones ya hubieran sido suficientes para que la instrucción fuese remitida a otro juez», indicaron sus abogados.
Los letrados enumeraron una serie de «errores» que les hicieron perder la confianza en la imparcialidad de la magistrada, entre los que destacan, además de lo ocurrido con el celular de Sabag Montiel, las demoras en la detención de sus supuestos cómplices, Brenda Uliarte (procesada como coautora) y Nicolás Carrizo (procesado como partícipe secundario).
Otro punto clave es el manejo de la pista que involucra al diputado Milman, surgida a partir de la declaración voluntaria de un testigo.
De acuerdo a su relato, el legislador opositor Milman mantuvo una reunión dos días antes del suceso con dos asesoras en un bar ubicado frente al Congreso Nacional en Buenos Aires. «Declaró que escuchó decir al diputado Gerardo Milman, junto a dos mujeres que lo acompañaban, lo siguiente: ‘Cuando la maten, yo voy a estar camino a la costa’«, se afirma en el video que compartió la titular del Senado la semana pasada, cuando anunció que recusaría a Capuchetti.
A pesar de que la información aportada por el testigo pudo ser constatada, el diputado Milman aún no ha sido citado a declarar, aunque negó haber afirmado lo expuesto por el testigo en entrevistas con los medios.
«Pese a todo esto y tratándose del hecho de violencia política más grave desde el retorno de la democracia, cuando aparecieron las primeras pruebas que involucran la política con el ataque, la jueza Capuchetti paralizó y boicoteó la investigación», dice una voz en ‘off‘en el video compartido por Cristina Fernández.