Ecuador se ha convertido en un campo de batalla tras una serie de ataques simultáneos perpetrados por grupos criminales este martes. Al menos ocho personas han muerto y otras dos han resultado heridas en la ciudad de Guayaquil, donde un grupo armado ocupó las instalaciones de un canal de televisión y tomó como rehenes a los empleados.
Los ataques también se han registrado en otras ciudades del país, incluida la capital, Quito. En la madrugada de este miércoles, la policía ha logrado recuperar las instalaciones del canal de televisión y detener a trece personas, pero la situación sigue siendo de tensión en todo el país.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha declarado la existencia de un «conflicto armado interno» en el país. En un decreto publicado en redes sociales, Noboa ha ordenado a las Fuerzas Armadas que restablezcan el orden público.
La violencia en Ecuador se ha convertido en un problema creciente en los últimos años. El país tiene la tasa de homicidios más alta de América Latina, con más de 40 asesinatos por cada 100.000 habitantes.
Los grupos criminales que operan en Ecuador están vinculados al narcotráfico y al contrabando. En los últimos meses, se han producido una serie de fugas de presos de las cárceles del país, lo que ha incrementado la inseguridad.
La declaración de conflicto armado interno por parte del Gobierno ecuatoriano supone un paso sin precedentes en la historia del país. La medida otorga a las Fuerzas Armadas amplios poderes para actuar contra los grupos criminales.
La violencia en Ecuador ha causado alarma en la región. Los países vecinos, como Perú y Colombia, han reforzado la seguridad en sus fronteras.
La comunidad internacional también ha condenado los ataques registrados en Ecuador. La Organización de los Estados Americanos (OEA) ha expresado su «apoyo a las medidas provisionales de emergencia tomadas» por el Gobierno de Noboa.