Israel acordó este martes con Hamás una pausa humanitaria de cuatro días para facilitar la liberación de rehenes a cambio de reos palestinos.
La Administración del presidente de EE.UU., Joe Biden, sigue desconfiando de la estrategia final del Gobierno israelí en la Franja de Gaza y teme que la pausa humanitaria entre Hamás e Israel permita un mayor acceso de los periodistas a la región, informa el diario Politico citando fuentes oficiales.
Según el medio, Biden y su equipo han manifestado en reiteradas ocasiones que una tregua para facilitar el suministro de ayuda humanitaria solo puede lograrse mediante un acuerdo de intercambio de rehenes, al que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, «solo podría ser empujado con abrazos públicos y persuasión silenciosa».
Washington insiste en que Israel tiene la responsabilidad de defenderse y minimizar el daño a los civiles, pero sigue siendo cauteloso ante la estrategia final de Netanyahu y la aparente falta de un plan sobre qué hacer cuando Hamás sea derrotado.
De acuerdo con un alto funcionario, para la Administración Biden no tiene sentido que la tregua temporal se prolongue, y le preocupa que la pausa facilite «a los periodistas un mayor acceso a Gaza brindándoles una oportunidad para resaltar aún más la destrucción allí e inclinar la opinión pública hacia Israel».
Al mismo tiempo, los expertos consideran que después de la tregua humanitaria es poco probable que Tel Aviv reduzca su operación militar en la Franja de Gaza. Además, las autoridades israelíes han prometido continuar la ofensiva hasta que Hamás sea destruido.
El presidente del Consejo de Asuntos Globales de Chicago, Ivo Daalder, cercano a altos funcionarios del Gobierno estadounidense, también afirmó que la Casa Blanca sigue «profundamente preocupada» por la estrategia a largo plazo de Israel y por cómo podría ser la próxima fase de la guerra. Añadió que «la Administración [Biden] consideró que el apoyo a Israel después del 7 de octubre era un componente necesario para influir» en el país hebreo.
«No significa que esa influencia haya sido total… pero si no lo hubieran hecho, no habrían tenido influencia. Y en cierto modo, ése sigue siendo en gran medida el centro de su estrategia», añadió Daalder.
- El Gobierno de Israel votó el martes a favor de un acuerdo negociado con el movimiento palestino Hamás que establece una tregua de cuatro días en las hostilidades en curso para canjear «al menos 50 rehenes».
- Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió que las operaciones en toda la Franja se reanudarán al finalizar la tregua y rechazó el regreso de civiles al norte del enclave.