El Parlamento de Grecia ha dado un paso histórico al aprobar este jueves un proyecto de ley que permite el matrimonio civil entre personas del mismo sexo. La medida convierte a Grecia en el vigésimo país de Europa y el primero cristiano ortodoxo en legalizar el matrimonio igualitario.
La votación, que se saldó con 176 votos a favor y 124 en contra, estuvo marcada por la fuerte oposición de la Iglesia Ortodoxa griega, que considera la homosexualidad como un pecado. El arzobispo Jerónimo II de Atenas llegó a pedir que la votación fuera nominal, obligando a cada diputado a manifestar públicamente su postura.
Sin embargo, el proyecto de ley contó con el apoyo del partido de izquierda Syriza y otros grupos minoritarios, lo que le permitió superar la oposición del partido de centroderecha Nueva Democracia del primer ministro Kyriakos Mitsotakis.
«Este es un momento histórico», ha declarado a Reuters Stella Belia, directora del grupo de padres del mismo sexo Rainbow Families. «Este es un día de alegría».
La nueva ley concede a las parejas del mismo sexo los mismos derechos que a las parejas heterosexuales, incluyendo el derecho a casarse, adoptar niños y heredar bienes.
No obstante, la ley no elimina todos los obstáculos para las parejas LGBT. Por ejemplo, no se les permite acceder a métodos de reproducción asistida ni a la gestación subrogada.
A pesar de las limitaciones, la aprobación del matrimonio igualitario representa un gran avance para la comunidad LGBT en Grecia, que durante décadas ha luchado por la igualdad de derechos.
«Es un paso muy importante para los derechos humanos, un paso muy importante para la igualdad y un paso muy importante para la sociedad griega», ha afirmado Nikos Nikolaidis, un historiador que participó en una manifestación a favor del proyecto de ley.
La decisión del Parlamento griego ha sido recibida con gran satisfacción por los activistas LGBT, que consideran que es un paso crucial hacia la igualdad real.
«Estoy muy orgullosa como ciudadana griega porque Grecia es en realidad -ahora- uno de los países más progresistas», ha declarado Ermina Papadima, miembro de la Asociación Griega de Apoyo a las Personas Transgénero.