Los hospitales de la Franja de Gaza están al límite de sus capacidades, con escasez de suministros médicos, materiales y combustible. Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alertado de que la situación es «catastrófica» y que «muchos pacientes van a morir en las camas» si no llega la ayuda humanitaria.
Según David Cantero, coordinador de MSF en los territorios palestinos ocupados, la situación en Gaza es «terrorífica». «No hay ni un solo lugar seguro en Gaza», afirma. «La gente no tiene a dónde ir y cuando se movían al sur los han bombardeado».
El conflicto entre Israel y Hamás ha dejado más de 5.000 muertos y 10.000 heridos, la mayoría de ellos civiles. La destrucción del norte de Gaza es «brutal», según Cantero.
A la crisis humanitaria se suma la dificultad para acceder a la ayuda. El paso fronterizo de Rafah, que conecta Gaza con Egipto, sigue cerrado. Desde este jueves, centenares de camiones esperan en el paso para cruzar a Gaza y ayudar a los más de 2,2 millones de palestinos que continúan en el enclave.
«La frontera de Egipto era clave para todo este abastecimiento», afirma Cantero. «Esos 20 caminos que van a permitir pasar es una cantidad irrisoria. Tienen que permitir la entrada humanitaria ya».
El personal de MSF se está enfrentando a grandes dificultades para llegar a los hospitales y proporcionar atención médica. «Se juegan la vida diariamente para llegar a esos hospitales y poder seguir llevando a cabo esos cuidados de salud», afirma Cantero.
«Es una situación totalmente inhumana creada por humanos», afirma. «¡Esto tiene que parar ya!».