Estados Unidos y Reino Unido lanzaron ataques aéreos contra objetivos de los rebeldes hutíes en Yemen el jueves por la noche, en respuesta a una serie de ataques que han interrumpido la navegación comercial en el mar Rojo.
Los ataques aéreos, que se centraron en instalaciones militares hutíes en el norte de Yemen, fueron dirigidos por aviones estadounidenses y británicos. Los funcionarios estadounidenses dijeron que los ataques causaron daños significativos a las instalaciones y mataron a varios combatientes hutíes.
Los ataques aéreos fueron ordenados por el presidente estadounidense, Joe Biden, después de que los hutíes intensificaran sus ataques contra buques comerciales en el mar Rojo. En los últimos meses, los hutíes han lanzado una serie de drones y misiles contra buques que transitan por la vía navegable, lo que ha obligado a muchos transportistas a desviar sus rutas y ha aumentado los precios del petróleo.
Los hutíes, que están respaldados por Irán, han amenazado con tomar represalias contra Estados Unidos y sus aliados por los ataques aéreos. El líder houthi, Abdul Malik al-Houthi, dijo en un discurso televisado que los ataques «no quedarán impunes».
Los ataques aéreos son una escalada significativa en el conflicto en Yemen, que se ha prolongado durante más de siete años. El conflicto ha provocado la muerte de miles de personas y ha provocado una crisis humanitaria en el país.
Los ataques aéreos de Estados Unidos y Reino Unido son un intento de disuadir a los hutíes de seguir atacando buques comerciales en el mar Rojo. Sin embargo, es probable que los ataques aumenten las tensiones en la región y que los hutíes respondan con más ataques.
Los ataques también son una señal de que Estados Unidos está dispuesto a utilizar la fuerza para proteger sus intereses en la región. Esto podría tener implicaciones para otros conflictos en Oriente Medio, como el que se libra entre Israel y Hamas.