El presidente filipino convocó al embajador chino en Manila para transmitirle su «seria preocupación» por los supuestos actos agresivos de Pekín contra la Guardia Costera y pescadores filipinos.
En medio de las tensiones con Pekín en el mar de la China Meridional, el presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., aseguró este sábado que su país «no perderá ni una pulgada» de su territorio, informa Reuters.
Marcos convocó esta semana al embajador chino en Manila para transmitirle su «seria preocupación» por los supuestos actos agresivos de Pekín contra la Guardia Costera y pescadores de su país, que han avivado una antigua disputa territorial en dicha región.
Durante un evento militar, Marcos denunció unas «tensiones geopolíticas intensificadas» que —dijo— «no se ajustan a los ideales de paz» de Filipinas y que «amenazan la seguridad y la estabilidad del país, de la región y del mundo».
«Este país no perderá ni una pulgada de su territorio. Continuaremos defendiendo nuestra integridad territorial y soberanía de acuerdo con nuestra Constitución y el derecho internacional. Trabajaremos con nuestros vecinos para garantizar la seguridad de nuestros pueblos», recalcó.
Ataque con láser
La Guardia Costera filipina denunció que una de sus embarcaciones fue atacada a principios de febrero en el mar de la China Meridional por un buque militar chino que, supuestamente, cegó temporalmente mediante un láser a algunos miembros de la tripulación. Por su parte, Pekín aclaró que la embarcación de Filipinas había entrado en aguas chinas y que su buque respondió en conformidad con las leyes internacionales.
Filipinas intensificó a principios de este mes la presencia de su Guardia Costera en el disputado mar de la China Meridional, desplegando embarcaciones adicionales y realizando más incursiones y sobrevuelos, esgrimiendo para ello la protección del territorio marítimo y de los pescadores del país. Esa decisión fue anunciada poco después de la firma de un acuerdo entre EE.UU. y Filipinas, por medio del cual Washington obtuvo acceso a cuatro bases militares adicionales en el país asiático.
Disputa territorial
Manila es fundamental en los planes de la nación norteamericana para disuadir a Pekín, ya que, de entre sus cinco aliados en el Indo-Pacífico, es el más cercano a Taiwán y a las disputadas islas Spratly en el mar de la China Meridional. EE.UU. aseguró a Filipinas que el tratado de defensa mutua cubre esa región y que cualquier ataque contra barcos o aviones filipinos provocaría una respuesta. Sin embargo, Marcos considera que el supuesto ataque con láser no es suficiente para invocar el acuerdo y que sería «contraproducente».
Las reivindicaciones territoriales de Pekín en el mar de la China Meridional, por donde transitan unos tres billones de dólares anuales en comercio marítimo y que cuenta con abundantes recursos de hidrocarburos y pesca, han sido la causa de tensiones entre el gigante asiático y algunos otros países de la región, incluido Filipinas.