Un incendio de grandes proporciones devastó un edificio de 14 plantas en el barrio de Campanar de Valencia este jueves, dejando un saldo de seis muertos, 15 desaparecidos y 14 heridos.
El fuego comenzó alrededor de las 19:00 horas en un trastero de un quinto piso del edificio, ubicado en la calle de General Gil Dolz. Las llamas se propagaron rápidamente por la fachada del edificio, dificultando la labor de los bomberos.
Las autoridades han identificado varios factores que contribuyeron a la rápida propagación del fuego, incluyendo el material de la fachada, el efecto chimenea y las condiciones climáticas.
La fachada del edificio estaba revestida con poliuretano, un material altamente inflamable. Este material, que era legal en el momento de la construcción del edificio (2005), se ha convertido en un foco de preocupación en los últimos años debido a su papel en varios incendios devastadores.
El efecto chimenea: El efecto chimenea se produce cuando el aire caliente y el humo suben por una abertura vertical, como la cavidad entre el revestimiento exterior de aluminio y el aislamiento interior del edificio. Este efecto crea una corriente de aire que alimenta las llamas y las propaga rápidamente hacia arriba.
Las condiciones climáticas: El viento racheado que soplaba en el momento del incendio también contribuyó a la rápida propagación del fuego. El viento avivó las llamas y las empujó hacia los edificios adyacentes.
Más de 80 bomberos y 20 vehículos de emergencia participaron en las labores de extinción, que se prolongaron durante más de seis horas. El fuego finalmente se controló a las 2:30 horas de la madrugada del viernes.
Las causas del incendio aún están siendo investigadas, pero las primeras hipótesis apuntan a un cortocircuito como posible origen.
Hasta el momento no se ha podido determinar los nombres de las 6 victimas mortales de este incendio, Además, 15 personas permanecen desaparecidas, entre ellas un menor de dos años y un bebé de dos semanas. Los equipos de rescate continúan trabajando en la zona para localizar a los desaparecidos.