Las autoridades tienen previsto cumplir con cinco mandatos de búsqueda y aprehensión, y con tres órdenes de prisión preventiva.
La Policía Federal lanzó este lunes un operativo en Río de Janeiro contra varios sospechosos de participar en actos antidemocráticos tras la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones, y que culminaron en los asaltos a las sedes de los tres poderes en Brasilia, el pasado 8 de enero.
En un comunicado, la corporación indicó que en esta operación, denominada Ulysses, se tiene previsto cumplir con cinco mandatos de búsqueda y aprehensión, así como con tres órdenes de prisión preventiva.
El texto indica que la investigación se inició para identificar a los líderes locales que bloquearon las carreteras en las inmediaciones de Río de Janeiro, después de la segunda vuela de los comicios el 30 de octubre y que organizaron las protestas frente al cuartel del Ejército en esta ciudad.
Del mismo modo, también se investiga la participación de estos sospechosos «en la organización y financiación de los actos que desencadenaron la depredación de edificios públicos y los atentados contra las instituciones democráticas».
El ataque
El pasado 8 de enero, bolsonaristas radicales invadieron y destruyeron el Congreso Nacional, el Supremo Tribunal Federal (STF) y el Palacio del Planalto en la capital del país, en el mayor asalto contra la democracia desde la dictadura.
Más de 1.500 personas fueron detenidas y, este fin de semana, Anderson Torres, extitular del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública del gobierno de Jair Bolsonaro, que se encontraba fuera del país, fue detenido en el aeropuerto de Brasilia.
La semana pasada, la Policía Federal encontró en la vivienda de Torres un borrador para decretar el estado de defensa en la sede del Tribunal Superior Electoral (TSE) y cambiar los resultados de las pasadas elecciones.
Además de investigar a Torres y al gobernador de Brasilia, Ibaneis Rocha –destituido de su cargo durante 90 días–, la Justicia abrió un expediente contra Bolsonaro.