Este jueves en la entrevista de Encuentro con Julio Villagrán, el coordinador de MILPA El Salvador, Ángel Flores, destacó que para los intereses del sistema capitalista, el Aeropuerto del Pacifico es una iniciativa que se ha planteado desde décadas pasadas, que no fueron desarrollados por la resistencia de las comunidades, sin embargo en la actualidad se tiene un bajo nivel organizativo, lo que genera el desarrollo de megaproyectos.
“El Aeropuerto del Pacifico, conocido anteriormente como Aeropuerto del Oriente de El Salvador, es parte de un conjunto de megaproyectos que se venía anunciando para la región mesoamericana en la década de los 60, cuando se firmó Alianza por el Progreso, entre el gobierno J.F Kenedy y presidentes de Centroamérica… desde ese entonces se hablaron de iniciativas y se están desarrollando desde el sur de México con el Tren Maya, luego el corredor interoceánico de Guatemala, el tren del pacifico en El Salvador y conectando el Aeropuerto del Pacifico, que de igual manera se conecta con el corredor seco de Honduras y otro en construcción en Nicaragua” explicó el coordinador de MILPA
El coordinador de MILPA, señaló que las comunidades indígenas del Condadillo y Flor de Mangle, han sido afectadas gravemente debido al desplazamiento de al menos 200 familias, que responde a la gentrificación turística del oriente del país.
“En el caso de Condadillo y Flor de Mangle, lograron escriturar sus tierras, en Flor de Mangle son 72 familias de las cuales, para el año 2021, un promedio de 35 familias quedó pendiente el proceso de escriturar las tierras y no se les entregaron, por lo que se les violó el derecho a la regularidad jurídica de tenencia de la tierra, esto sirvió cuando el gobierno inició el despojo de tierras, a las familias sin escrituras no les brindó una justa compensación a comparación de quienes poseían escrituras” destacó Flores.
Flores, indicó que cuando se anunció la construcción del Aeropuerto del Pacifico en el año 2022 a los habitantes de la zona, para que firmaran de forma obligatoria el contrato de aceptación de venta de sus tierras.
“El personal de CEPA hizo una serie de promesas que quedaron lejos de lo que realmente se le entrego a la población, cuando se anuncia la construcción del aeropuerto, el valor de la tierra se dispararon, anteriormente una manzana se podía conseguir en $3,000 o $4,000, pero hoy están costando entre $24,000 a $60,000 y los que tienen potencial turístico pueden llegar a costar $100,000… Pero los habitantes recibieron por sus propiedades entre 6 y 8 mil dólares… Otra promesa era que serían beneficiados con una vivienda con su propio lote y que esto les podía servir para armar una actividad económica para atender extranjeros que llegan a la zona” puntualizó Ángel Flores.