La separación se originó tras la ruptura completa de la grieta Chasms-1.
El satélite Meteor-M de la agencia espacial rusa, Roscosmos, monitorea el movimiento del iceberg A-74, que tiene una dimensión de 1.550 kilómetros cuadrados, que se separó el pasado domingo en la Antártida. El satélite monitorea las nubes globales y locales, la superficie de nuestro planeta, el hielo y la capa de nieve. Este martes, la agencia divulgó, en su canal de Telegram, una fotografía tomada por el satélite.
El desprendimiento tuvo lugar en la plataforma de hielo flotante Brunt, donde se ubica la estación de investigación del Servicio Antártico Británico (BAS, por sus siglas en inglés), la base Halley. Esta masa helada tiene un espesor de hasta 150 metros y se desplaza dos kilómetros por año. La separación se originó tras la ruptura completa de la grieta Chasms-1.
Los glaciólogos del BAS aseguran que el evento es un proceso natural que se viene desarrollando a lo largo de los últimos años y que, actualmente, el área no se ve afectada. Señalan, además, que la estación ha estado desocupada durante los últimos seis inviernos debido a la «impredecible situación glaciológica».