El Gobierno noruego anunció este lunes el desbloqueo de sus aportaciones al Fondo Amazonía después de que el nuevo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reactivara el programa de conservación de la selva tropical, congelado por el anterior mandatario Jair Bolsonaro.
El fondo dispone de 600 millones de dólares que pueden utilizarse para financiar proyectos de reducción de la deforestación y fiscalización ambiental. «No alcanzaremos los objetivos climáticos del Acuerdo de París si no logramos detener la pérdida de bosques tropicales en el mundo», señaló en un comunicado el ministro de Clima y Medio Ambiente del país escandinavo, Barth Eide, apoyando el compromiso de Lula de acabar con la deforestación en Brasil para el año 2030.
El fondo, creado en 2008 durante el segundo periodo presidencial de Lula para captar donaciones internacionales que ayuden a combatir la destrucción del principal ‘pulmón verde’ del planeta, estaba suspendido desde 2019 por diferencias entre la Administración de Bolsonaro y los Gobiernos de Noruega y Alemania, principales donantes de la iniciativa.
Durante la presidencia de Bolsonaro, la destrucción forestal aumentó casi un 60 % en comparación con los cuatro años anteriores. Mientras que, durante los mandatos de Lula, la deforestación se redujo un 80 % en el periodo 2004-2012, de acuerdo con los datos citados por el Gobierno noruego.
Distintas organizaciones ambientalistas celebraron la reanudación de la ayuda financiera al país sudamericano para proteger la selva amazónica. La asesora del Instituto Socioambiental, Adriana Ramos, señaló a G1 que el Gobierno no podría impulsar adecuadamente acciones en materia de deforestación y protección sin los recursos del fondo.
Esta semana, el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, anunció que su país liberará 35 millones de euros (37,1 millones de dólares) para esta causa. Se trata de dinero que había sido congelado durante la gestión de Bolsonaro. El Reino Unido también podría sumarse a la iniciativa, según reveló la semana pasada la ministra de Medio Ambiente del país, Therese Coffey.