Los presidentes de Panamá y Costa Rica, Laurentino Cortizo y Rodrigo Chaves, respectivamente, se reunieron este viernes en la ciudad de Metetí, en la provincia de Darién, para abordar la crisis migratoria que afecta a la región.
En la reunión, los mandatarios coincidieron en que la crisis es un problema de gran magnitud que requiere una respuesta coordinada entre los países de la región.
«La crisis migratoria es un desafío humanitario que debemos abordar con urgencia», dijo Cortizo. «Es importante que trabajemos juntos para encontrar soluciones que protejan a los migrantes y garanticen su seguridad».
Chaves, por su parte, señaló que la crisis es «un problema complejo que requiere una respuesta integral». «Necesitamos abordar las causas profundas de la migración, así como las necesidades de los migrantes», dijo.
Los presidentes anunciaron que convocarán una reunión de jefes de Estado de la región para el próximo 22 de octubre, con el objetivo de encontrar soluciones a la crisis migratoria.
Una crisis sin precedentes
La crisis migratoria en la región centroamericana ha alcanzado niveles récord en los últimos años. En lo que va de 2023, más de 400.000 personas han cruzado el Tapón del Darién, una selva inhóspita que separa a Panamá de Colombia.
La mayoría de los migrantes que cruzan el Darién son venezolanos, aunque también hay personas de otros países de América Latina y de Medio Oriente.
Los migrantes que cruzan el Darién se enfrentan a una serie de peligros, incluyendo la violencia, el hambre y las enfermedades.
Una respuesta coordinada
Los presidentes de Panamá y Costa Rica coincidieron en que la respuesta a la crisis migratoria debe ser coordinada entre los países de la región.
Entre las medidas que se podrían tomar se encuentran:
• Fortalecer la cooperación entre los países de la región para mejorar la seguridad y la protección de los migrantes.
• Ofrecer asistencia humanitaria a los migrantes.
• Trabajar para abordar las causas profundas de la migración, como la pobreza, la violencia y el cambio climático.
La reunión de los presidentes de Panamá y Costa Rica es un paso importante en la búsqueda de soluciones a la crisis migratoria que afecta a la región.