En el marco de su viaje, Nikolái Yevménov examinó el trabajo del astillero Hudong-Zhonghua, donde se ensamblan nuevos buques de guerra y submarinos chinos.

El jefe de la Armada de Rusia, Nikolái Yevménov, realizó esta semana una visita a China, en el marco de la cual se reunió con el ministro chino de Defensa, Li Shangfu, y visitó un astillero en la ciudad de Shanghái, donde se ensamblan buques de la Marina del gigante asiático.

Durante su encuentro con Yevménov, que tuvo lugar el 3 de julio, Li enfatizó que las relaciones militares entre ambos países pueden «subir a un nuevo nivel» a medida que Moscú y Pekín fortalezcan sus interacciones a nivel de maniobras y patrullas conjuntas, según lo comunicó el Ministerio de Defensa de China. Por su parte, Yevménov recalcó que Rusia atribuye una gran importancia a la consolidación de la «cooperación pragmática» con China.

Durante la visita del 6 de julio al astillero Hudong-Zhonghua, de la compañía China State Shipbuilding Corporation (CSSC, por sus siglas en inglés), Yevménov examinó nuevos buques de guerra y sumbarinos chinos. La CSSC, que también fabrica barcos civiles, construye allí las fragatas del proyecto 054, así como buques dique de transporte anfibia del proyecto 071 y de asalto anfibio del proyecto 075.

Asimismo, el alto militar presenció el fondeo de un grupo de buques rusos de la Flota del Pacífico que llegaron a Shanghái en una visita amistosa. En particular, se trata de las corbetas Gromki y Sovershenny, que echaron anclas en la ciudad china tras pasar días antes cerca de la costa oriental de Taiwán, considerado por Pekín como parte de su territorio, lo que desató las suposiciones de los analistas.

El investigador del Instituto de Estudios de Rusia, Europa del Este y Asia Central de la Academia de Ciencias Sociales de China, Xiao Bin, descarta que Moscú se plantee ayudar a Pekín a tomar control de la isla, dado que el gigante asiático reiteró que la cuestión de Taiwán es su asunto interno.

«Es más probable que los buques rusos actuaran por iniciativa propia y quisieran mostrar apoyo político a China o ganarse el apoyo de China a Rusia. Es el uso de una operación militar para expresar una postura política», resaltó en comentarios The South China Morning Post publicados este sábado.

Por otra parte, Xiao subrayó que el hecho de que el jefe de la Armada rusa accediera a ver los procesos en el astillero de Hudong-Zhonghua muestra el alto nivel de confianza entre Moscú y Pekín.

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