El presidente ruso, Vladimir Putin, ha decidido recuperar los desfiles de atletas en la Plaza Roja de Moscú, una tradición que se remonta a la época de la Unión Soviética. El próximo mes de marzo, miles de deportistas rusos desfilarán por la emblemática plaza para mostrar su apoyo al país y al gobierno de Putin.
Estos desfiles se celebraron por primera vez en 1919 y se convirtieron en una herramienta propagandística clave para el régimen soviético. En las últimas ediciones, estos desfiles contaban con la presencia de Iosif Stalin, que era vitoreado en público y en los lemas oficiales del desfile.
Con los años, estos desfiles fueron sustituidos por los que protagonizan los militares, utilizados por la URSS primero y ya por Rusia después como manera de mostrar al mundo la capacidad de su ejército.
La decisión de Putin de recuperar estos desfiles se produce en un momento en el que Rusia está excluida de los Juegos Olímpicos de París 2024 por su invasión de Ucrania. Los atletas rusos podrán participar en los Juegos, pero lo harán bajo bandera neutral y siempre que no hayan mostrado su apoyo a la invasión.
Este desfile es una forma de Putin de mostrar su apoyo a los deportistas rusos y de reafirmar la soberanía de Rusia.
Juegos alternativos en Rusia
Putin ha anunciado también la creación de unos Juegos paralelos, que ha llamado «Juegos de la Amistad», que se celebrarán en septiembre de 2024. Estos juegos contarán con la participación de atletas de países aliados a Rusia.
Además, Rusia acogerá una competición semejante entre los países miembros del grupo de los BRICS que se inaugurará un mes antes de los Juegos de París.
Todo ello para responder a los argumentos que el presidente francés Emmanuel Macron defendió este año en una entrevista en L’Equipe: «Obviamente, no puede haber bandera rusa en los Juegos de París, yo creo que en eso hay consenso, porque Rusia como país no tiene cabida en un momento en el que ha cometido crímenes de guerra y ha deportado a niños».