Rusia ha prohibido temporalmente las exportaciones de gasolina y diésel a todos los países, excepto a cuatro estados exsoviéticos: Bielorrusia, Kazajstán, Armenia y Kirguistán. La medida, que entrará en vigor el viernes 22 de septiembre, se ha tomado para estabilizar el mercado interno de combustible, que ha sufrido escasez en los últimos meses.
El Ministerio ruso de Energía sostiene que la prohibición evitaría las llamadas exportaciones grises no autorizadas de combustibles para motores y ayudaría a saturar el mercado de combustibles, lo que a su vez se traduciría en una reducción de los precios para los consumidores rusos.
La medida afectará a la mayoría de los países que importan de Rusia, incluida la Unión Europea, que registrarán una subida de los precios de los carburantes.
Hasta un 30% menos
Rusia ya había reducido sus exportaciones marítimas de diésel y gasóleo en casi un 30% hasta los 1,7 millones de toneladas métricas en los primeros 20 días de septiembre, en comparación con agosto del año pasado.
La declaración oficial añade que para estabilizar la situación interna del mercado de combustibles, el Gobierno aumentó los volúmenes obligatorios de suministro de gasolina para motores y diésel a la bolsa de productos básicos y también se ha establecido un seguimiento de las compras de combustibles para las necesidades agrícolas.
Rusia exportó el pasado año 4,817 millones de toneladas de gasolina y 35 millones de toneladas de diésel ya con la invasión de Ucrania en marcha.
La prohibición de las exportaciones de combustible de Rusia es un nuevo golpe para la economía mundial, que ya se está viendo afectada por la guerra en Ucrania y la inflación. La medida se traducirá en una subida de los precios de los carburantes en todo el mundo, lo que aumentará el costo de la vida para los consumidores y las empresas.
La prohibición también es un signo de que la economía rusa está sufriendo las consecuencias de las sanciones internacionales impuestas por la invasión de Ucrania. La escasez de combustible es un problema creciente en Rusia, y la prohibición de las exportaciones es una medida desesperada para intentar resolverlo.
Es probable que la prohibición de las exportaciones de combustible de Rusia tenga un impacto significativo en los mercados mundiales de energía. Los precios del petróleo y el gas natural ya están en máximos históricos, y la medida de Rusia podría hacer que suban aún más.
La Unión Europea, que es uno de los principales importadores de energía de Rusia, está estudiando medidas para reducir su dependencia de la energía rusa. La prohibición de las exportaciones de combustible es un nuevo desafío para la UE, que ya está tratando de encontrar formas de sustituir el gas ruso.