Uruguay enfrenta la peor sequía en más de tres décadas, un evento climático que ha generado pérdidas millonarias en la producción y que comenzaría a revertirse en el próximo otoño austral, consideró el director de Meteorología y Clima para la Sociedad del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), Néstor Santayana.
En entrevista con Xinhua, el experto evaluó que la sequía extrema «se mantiene prácticamente en casi todo el territorio desde el inicio del 2023», pero son las zonas suroeste y sur del país las que «se ve cada vez más compleja la situación» y que ahora son las más afectadas tras las lluvias registradas, aunque insuficientes, días atrás en el norte y este del país.
«Desde el 2020 hasta el 2022 enfrentamos tres años deficitarios, más allá de que en algunos meses hubo algún excedente puntual de precipitaciones», sostuvo el meteorólogo.
Según un informe sobre la sequía elaborado por el Inumet, la precipitación acumulada anual en Uruguay más allá de que presenta una gran variabilidad tiene un promedio de 1.305 milímetros (mm).
Los últimos tres años «han sido extremadamente secos, siendo el tercero más seco el 2020 (914 mm), el décimo primero más seco el 2021 (1.108 mm) y el décimo más seco de la serie 1981-2022 el año 2022 (1.086 mm)».
«El evento más similar a la actual sequía es la de 1987-1989, con una diferencia de 15 mm (de precipitaciones), lo cual es insignificante», observó Santayana.
Es un fenómeno «muy poco frecuente» y «bastante excepcional», afirmó.
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, que decretó la emergencia agropecuaria el año pasado, consideró que ya hay «impactos directos» en el sector productivo por unos 1.175 millones de dólares.
Para el Inumet, con base en el documento sobre la sequía, no se puede concluir que los episodios de déficit pluviométrico «estén explicados exclusivamente por el fenómeno ENOS («El Niño-Oscilación Sur»).
«Estos procesos vinculados a la variabilidad natural o climática se necesitan estudiar poco más a futuro para ver qué tipo de impacto tienen», comentó Santayana.
La agencia meteorológica uruguaya prevé que el futuro otoño austral estará marcado por una normalización de las precipitaciones.
«Transitamos hacia una normalidad atmosférica. Tenemos un evento promedio por semana de precipitaciones y eso se ha mantenido en las últimas semanas», subrayó el funcionario del Inumet.
«Pero nos está faltando materia prima, vapor de agua, para que comiencen a generalizarse esas precipitaciones y que sean más abundantes», precisó.
«Por un lado, es positivo porque empezaron a darse más eventos de precipitaciones, lo negativo es que son muy puntuales», añadió.
El turismo y los balnearios de la costa han sido los grandes beneficiados por la falta de precipitaciones, en contraste con el sufrimiento experimentado por el agro, motor de la economía local.
«Prevemos que a partir de marzo, esperemos que también en abril, estas precipitaciones sean más generalizadas, abundantes y consecutivas», agregó Santayana.