Los primeros ministros de Hungría y Polonia, Viktor Orban y Mateusz Morawiecki, respectivamente, han descartado un acuerdo migratorio en la cumbre de Granada y también a largo plazo.
Orban ha comparado la aceptación del pacto con una violación y ha asegurado que «es imposible que haya un acuerdo hoy y en los próximos años». Morawiecki, por su parte, ha anunciado que Polonia mantendrá su veto a medidas draconianas.
La oposición de estos dos países, que no bloquea el pacto pero sí puede dificultar su entrada en vigor, ha sido recibida con preocupación por las instituciones europeas.
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, ha asegurado que es optimista y que cree que la propuesta del pacto es equilibrada. El Alto Representante de la UE, Josep Borrell, ha defendido la necesidad de llegar a un acuerdo cuanto antes.
El pacto migratorio alcanzado por los países de la Unión Europea horas antes de la cumbre de Granada establece un mecanismo de cuotas de acogida obligatorias para los países que no quieran asumir esas cuotas. Sin embargo, Hungría y Polonia rechazan este mecanismo.
Bruselas defiende la creación de corredores humanitarios y una mayor cooperación con los países de origen y de tránsito, pero al mismo tiempo los 27 se han mostrado dispuestos a endurecer las condiciones y métodos de asilo para reducir el número de personas que puedan acceder a las ayudas y protección en territorio comunitario.