Las fuerzas israelíes tomaron este miércoles el hospital Al-Shifa, el más grande de la Franja de Gaza, donde tras horas de una incursión sus tropas aseguran que hallaron armas al interior de la edificación y pidieron a los militantes de Hamás rendirse.
Las tropas israelíes sostienen que al interior funciona un centro de mando del grupo Hamás, que ya ha rechazado esas acusaciones.
La incursión, que comenzó en la madrugada de este miércoles, provocó pánico entre los cientos de pacientes, refugiados y médicos que se encontraban en el complejo hospitalario.
«Disparos alrededor y dentro del hospital. Es realmente horrible, puedes sentir que están muy cerca del hospital. Y luego nos dimos cuenta de que los tanques se movían alrededor del hospital», afirmó a Reuters el doctor Ahmed El Mokhallalati.
El hospital, ubicado en la Ciudad de Gaza, en el norte del enclave, alberga alrededor de 650 pacientes, incluidos bebés, cuyas vidas siguen en riesgo luego de que el lugar quedara sin energía eléctrica.
Además, cientos de refugiados también permanecen en las instalaciones, a donde llegaron en un intento por resguardarse de los continuos ataques por aire, mar y tierra de las tropas a lo largo de la sitiada franja costera.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que perdió contacto con su personal al interior del complejo hospitalario.
«Estamos extremadamente preocupados por su seguridad y la de sus pacientes», subrayó el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El Gobierno de Estados Unidos, principal aliado de Israel, ha afirmado en reiteradas ocasiones el respaldo a la ofensiva en curso en Gaza. Sin embargo, un vocero de la Casa Blanca mostró discrepancias con la operación en curso en el hospital Al-Shifa.
«No apoyamos atacar un hospital desde el aire y no queremos ver un tiroteo en un hospital donde personas inocentes, personas indefensas, personas enfermas que intentan obtener la atención médica que merecen quedan atrapadas en el fuego cruzado», declaró un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional.