Ucrania ha pedido a sus vecinos Rumanía, Polonia y Eslovaquia que le envíen energía de manera extraordinaria para poder hacer frente al intenso frío que se está registrando en el país.
Las autoridades ucranianas han reconocido que la red eléctrica del país no ha podido atender toda la demanda este jueves, por lo que necesitan utilizar la energía procedente de sus países vecinos desde primera hora y como mínimo hasta las 7 de esta tarde.
En algunas zonas de Ucrania las temperaturas máximas no superan los 0 grados y buena parte de la población carece de calefacción. Un asesor del alcalde de Mariúpol, ciudad tomada por los rusos al inicio de la guerra, ha reconocido que la localidad está al borde de una «catástrofe humanitaria» por culpa del frío.
El frente apenas se ha movido en las últimas semanas, pero Rusia continúa bombardeando distintos puntos del sur y el este de Ucrania. En paralelo, el gobierno ucraniano negocia para intentar que sigan llegándole fondos de los países occidentales, principalmente de Estados Unidos, para seguir adelante con su resistencia frente a Rusia.
La cercanía de las elecciones en Estados Unidos, y las reticencias de parte del Partido Republicano a seguir ayudando a Ucrania, están poniendo en peligro que continúen esos envíos de ayuda financiera.
