El Gobierno del presidente argentino Javier Milei anunció este martes un «paquete de urgencia» económico con el objetivo de frenar la inflación, que supera el 140% interanual, y reducir el déficit fiscal.
Las medidas, que incluyen una fuerte devaluación del peso, un recorte a los subsidios a la energía y el transporte, y un ajuste fiscal, fueron anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo.
Una devaluación del 54%
La medida más llamativa del paquete es la devaluación del peso, que pasará de 400 pesos por dólar estadounidense a 800 pesos por unidad. Esto implica una devaluación del 54%.
Caputo explicó que la devaluación es necesaria para «equilibrar las cuentas externas» y «frenar la inflación».
Recorte a los subsidios a la energía y el transporte
Otra medida importante es el recorte a los subsidios a la energía y el transporte. Caputo dijo que estos subsidios «son un engaño a la gente» y que solo se traducen en inflación.
Los subsidios a la energía y el transporte representan una carga fiscal importante para el Estado argentino. En 2023, el Gobierno gastó unos 15.000 millones de dólares en estos subsidios.
Ajuste fiscal
El Gobierno también anunció un ajuste fiscal para reducir el déficit, que se estima en el 3% del PIB en 2023.
Las medidas de ajuste fiscal incluyen la no renovación de los contratos laborales menores a un año en el Estado, la suspensión de la publicidad oficial en los medios de comunicación y el recorte de licitaciones de obras públicas.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó su apoyo a las medidas anunciadas por el Gobierno de Milei.
«Estas fuertes acciones iniciales apuntan a mejorar significativamente las finanzas públicas de una manera que proteja a los más vulnerables de la sociedad y a fortalecer el régimen cambiario», indicó en una declaración la directora de Comunicaciones del FMI, Julie Kozack.
Sin embargo, las medidas anunciadas por el Gobierno de Milei también han generado críticas, principalmente por parte de los sectores más vulnerables de la población.
El titular de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), Hugo Yasky, dijo que las medidas «son un ataque a los trabajadores y a los sectores populares».
«Estas medidas van a agravar la situación de pobreza y desigualdad en el país», advirtió Yasky.