José Luis Merino, conocido durante la guerra como el Comandante Ramiro, es uno de los hombres más determinantes al interior del FMLN, sin embargo es uno de los que menos mediáticos.
En este espacio, el también viceministro de Inversión Extranjera hace un balance de los ocho años del partido de izquierda en el Gobierno. Asegura que ninguna otra administración había garantizado tanto los derechos de los salvadoreños como las últimas dos presidencias. Eso sí, reconoce que hay una deuda con la clase media.
Considera que sería más fácil resolver los problemas del país si el principal partido de oposición tuviera una postura cohesionada. Califica al actual presidente del COENA como “un director de orquesta donde la orquesta no le sigue la música”.
Es por ello, que considera importante lograr aumentar el número de diputados en la Asamblea Legislativa en los elecciones de marzo del año 2018; y a pesar de que falta casi dos años para las presidenciales de 2019, reconoce que no basta hacer alianzas para ganarlas, sino que hay que hacer coaliciones, algo que no hace el FMLN desde las elecciones de 1999.
Además, señala que el alcalde de San Salvador, Nayib Bukele, tiene más posibilidades de llevar a una tercera victoria para el FMLN en la Presidencia.
Merino, por otra parte, ha tenido señalamientos de ayudar a lavar dinero a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y para algunos funcionarios del gabinete de Nicolás Maduro. Señalamientos que niega categóricamente en esta entrevista.
Me gustaría que comencemos reflexionando sobre la coyuntura, particularmente del FMLN; y si quiere le propongo hacerlo desde el 2009. Un punto que marca justamente la inflexión, el ingreso del FMLN en la gestión gubernamental. Solo para mencionar un contexto: dos elecciones presidenciales ganadas, la primera en 2009 con un mayor margen de victoria respecto a las del 2014. En 2009 se obtienen 35 escaños en la Asamblea Legislativa, como mejor registro del FMLN en su representación en la Asamblea Legislativa. Luego, esa cantidad disminuye y se queda con 31 diputados y diputadas tanto en el 2012, como en el 2015.
Dado ese contexto, ¿cómo analiza usted la evolución del partido con respecto a los resultados electorales en los últimos ocho años?
Yo creo que es importante tener en cuenta el entorno que tenía El Salvador en el 2009, la situación de América Latina. Estábamos en el corazón de un período de victorias populares, de victorias electorales en los cuales, por supuesto, se ponía de manifiesto la rebeldía de los pueblos de América Latina frente a las imposiciones del ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) y de otras medidas de los organismos multilaterales que habían impuesto, con su fuerza y sus capacidades, el modelo neoliberal. Y habían sumido a la América Latina en una profunda pobreza, miseria, contradicciones que se comenzaron a superar a medida que los pueblos fueron obteniendo victorias, acumulando victorias, y fueron cambiando el escenario. Y se fue abriendo el camino de una ruta distinta para todos.
Y comenzó a producirse el efecto de una América Latina que a pesar de la enorme crisis que el mundo vivía, la América estaba teniendo un desempeño distinto; que ha sido el final de esa larga crisis económica y social en la que, como consecuencia del modelo económico que se nos impuso, se provocó el quiebre… la caída de las economías en el continente. En ese escenario se produce la victoria. Y por supuesto, en el escenario de un FMLN que cumplía a esa altura veinte años de haber entregado las armas, de haber transformado su estructura militar en estructura política y que había hecho un ejercicio —en lo electoral— continuo, constante, mejorando, fortaleciéndose. Y que fue obteniendo victorias en el terreno municipal, en el terreno legislativo, y hasta llegar a acumular la confianza, la voluntad, el cariño de los salvadoreños, para darle su voto para una elección presidencial. Yo creo que es una historia fabulosa. De un partido, de una fuerza sometida, a fruto de la represión de la dictadura, a integrarse a la guerra… Un partido que hace la guerra, que termina la guerra y se transforma en fuerza política y obtiene, de victoria en victoria, una acumulación que le permite ganar casi 20 años después, por primera vez, la presidencia de la República. E inicia un proceso de cambios, transformaciones complejas, difíciles, a partir de que —es importante puntualizar esto— llegábamos en el momento en que en El Salvador el modelo neoliberal había avanzado hasta puntos de casi quebrar la economía del país. Y todo el aparato productivo salvadoreño había sido sistemáticamente desatornillado, desmontado, desmantelado. La agricultura, la pequeña industria venían siendo destruidas; y nos transformamos en un gigantesco supermercado, y nos especializamos en exportar salvadoreños que fueran a trabajar fuera del país. Y en los casos de los hermanos que se fueron hacia el norte, casi en calidad de mano de obra esclava, sin derechos, a partir de la condición de ilegalidad en la que llegaron.
Quiero aprovechar un poco este contexto que usted nos ha brindado, pensando un poco en el ciudadano, ciudadana, el elector, el simpatizante del FMLN, que podría hacerse esta pregunta que voy a formular: Ocho años de gestión del FMLN en el Gobierno, “¿cuál es la gran diferencia de la gestión que desarrolló por 20 años el partido ARENA?”. Si alguien, por ejemplo, le consulta a usted que es miembro del partido, una persona que es afín al proyecto del FMLN. ¿Cuál es la gran diferencia respecto a la gestión de ARENA? ¿Cuál señalaría usted?
Son varios escenarios en los que se evidencia un cambio completo de las perspectivas. Uno de ellos es el asentamiento, digamos, del respeto a los derechos del ciudadano. Hoy hay total, plena, absoluta confianza y certeza del respeto a los derechos de la gente, de las personas. Podrán criticar de cualquier cosa al Gobierno, pero el respeto a los derechos de los salvadoreños, en todos los sentidos: del derecho a la comunicación, información, del derecho a la educación, a la salud hay un proceso sostenido permanente, de mejoramiento y de ampliación. Eso es bien clarito. El fortalecimiento de los mecanismos democráticos del país ha sido sostenido. Todo el tema de la transparencia en el que hemos avanzado bastante. Por supuesto que nos queda mucha por hacer y sobretodo, de verdad, hacer que lo cumplan todos los actores de la sociedad.
Hoy el tema de la transparencia se le aplica a las fuerzas sociales, políticas, al Gobierno, a las instituciones del Gobierno. Pero las instituciones privadas no rinden cuenta de dónde y cómo obtienen, en muchos casos, recursos, fondos; y no explican y no hay nadie, hasta ahora, que los haya podido persuadir de que deben de informar. Eso es una parte importante.
Y luego lo otro que es lo más grande, tangible, que se ha conseguido en estos años es visibilizar a una parte de la población que no existía. Ni socialmente, ni técnicamente, ni económica. Estaban olvidados. Son los sectores más pobres del país, los más vulnerables.
Quiero aprovechar para citar un texto que es de su autoría. Un libro publicado en el año 2012, editado por Oceana Sur y por el politólogo Cubano Roberto Regalado, el cual se titula “Comandante Ramiro”. Y quiero citar textualmente una frase: “(…) para ampliar y fortalecer nuestra política de alianzas tenemos que ganar a los sectores empresariales en el país. Invitarlos a que nos ayuden a producir toda la riqueza posible. Ellos saben hacerlo”.
Aprovechando esta cita quiero consultarle: ¿A cuáles sectores empresariales el FMLN ha podido generarle confianza en esta relación estratégica?
Quisiera decir que los sectores empresariales a esta altura —posiblemente siempre fue así— no tienen una matrícula ideológica con una sola fuerza política. Y a lo largo de estos ocho años ha habido un proceso de contacto, de comunicación, de relación con todos los empresarios de este país. Yo quisiera en ese sentido expresar que, los gobiernos del FMLN ¡y el propio FMLN ha sido una fuerza con una capacidad de entrar en una relación con distintos sectores económicos! Incluso, con aquellos que tienen signos ideológicos distintos a nosotros. Pero los hemos buscado. Les hemos tocado las puertas, y yo diría que el corazón, pidiéndoles que pongamos primero el sentido y el espíritu de salvadoreños.
Y a este momento, es importante expresar que, buena parte de los pocos puntos de la economía tiene que ver con que hemos ido logrando hacer que esos empresarios, que los buenos empresarios, piensen en su país. Teníamos un fenómeno, y tenemos el fenómeno, que las grandes cooperaciones económicas desde hace muchos años —y es importante anotarlo—, que no solo ha sido los gobiernos del compañero Sánchez o en el gobierno de Mauricio Funes o en el de Saca o en el de Flores o Armando Calderón, en todos los gobiernos es evidente de que hay sectores empresariales que entre más fuertes son, más hacen esa tendencia de llevar sus capitales a invertirlos a otras partes del mundo.
Tenemos, cómo en Guatemala que, hay enormes centros comerciales y enormes emprendimientos constructivos propiedad de empresarios salvadoreños. En Honduras, igual; en la Nicaragua sandinista, en Costa Rica, igual; en Panamá, en Colombia, que rebalsa de dólares; en la República Dominicana, en la Florida, allá están invirtiendo. ¿Por qué no invierten en su patria? Esa es una pregunta que se las hemos hecho viéndolos a los ojos. Miren: “¡Piensen en su tierra!”. Hoy sabemos que algunos de esos empresarios han iniciado un movimiento para. Este año último fue récord. La empresa privada ha invertido más de mil millones de dólares en la economía nacional. Que por eso decía, ya forma parte de esos números buenos, nuevos, que hay en la economía del país. ¿Porque la macroeconomía en el sur está funcionando bien? Comienza a despegar, comienza a crecer. Y uno de los logros tiene que ver con eso.
Hay otras cosas. Los productores de granos básicos. Hablemos de arroz, maíz, frijol. Con alegría conocimos los datos que el presidente informaba que el dato final del año pasado de la cosecha de granos básicos llegó a 26 millones de quintales. Y el 2009 en este país se producían solo 16 millones de quintales. Prácticamente comprábamos una gran cantidad de lo que comíamos.
Le hacía esta mención en este escenario pensando en lo siguiente, en El Salvador, parte de su expresión histórica a nivel económico y político ha sido la configuración de grandes bloques económicos. Grupos como Cristiani, Poma, Murray-Meza, Eserski. ¿Fue parte de la estrategia o de la idea del FMLN hacer una contrapropuesta empresarial?
Es decir, ante el escenario que son bloques económicos que por años se han asentado en este país con recursos clave como el café, las telecomunicaciones, entre otros. ¿Fue parte de la estrategia del FMLN hacer una contrapropuesta empresarial considerando que tal vez negociar con estos grupos no iba a ser tan sencillo?
Sí, realmente es una estrategia. Necesitamos que El Salvador recupere su capacidad de producir. En ese sentido, vamos a buscar a todos los sectores, a todos los actores capaces de imprimirle a la economía energía para salir adelante. Se van dando casos y cosas… El señor Murray-Meza, él ha estado invirtiendo alrededor del proyecto del SITRAMSS. El proyecto del SITRAMSS reúne a varios cientos de empresarios del transporte público.
Hemos ido logrando integración de distintos autores en proyectos en concreto recién se inauguró en el país la primera planta fotovoltaica. Es la primera granja que usa energía solar. Son empresarios grandes los que están invirtiendo en ese proyecto. Yo creo que sí se ha iniciado un proceso, que los grandes grupos económicos —me imagino internamente— han ido tomando la decisión de volver a poner en el centro su patria, su país, para invertir en ella.
Aprovechando la lectura del mapa de poder político que está en este momento, en el cual están expresiones económicas de sectores de derecha, inversiones internacionales, entidades que han hecho contrapropuestas. ¿Cómo ve usted al FMLN en ese esquema? ¿Lo ve en desventaja?
Esencialmente en el FMLN, hemos aprendido a medir nuestra fuerza y salud política en relación con la gente, con los salvadoreños. En ese sentido tenemos planteado frente a nosotros, un escenario de combate, de lucha, de enfrentamiento, en el que nosotros seguimos conversando con los salvadoreños; pidiéndole la confianza de que este partido necesita seguir contando con su cariño, con su respaldo y con su apoyo. Que los cambios que hemos hecho hasta hoy, le han ayudado a los niños de los más pobres y también a los niños de los sectores medios. El programa “Cada Niño, una Computadora” está llegando a todos. En las escuelas donde se pone en marcha este programa, no solo están los niños de los trabajadores, hay escuelas de aquí, de la ciudad, donde los sectores medios tienen a sus muchachos estudiando. Hay proceso de comunicación. Por supuesto que asumimos con mucha responsabilidad, que hay sectores que no les hemos podido responder, y les hemos pedido que nos aguanten, porque en la ruta de cambios y transformaciones sociales y económicas los tenemos a ustedes.
Cambiando de tema, el próximo 25 de junio se realizarán las elecciones internas del FMLN. Este tema siempre ha sido complejo ya que resurgen facciones, grupos de personas que quisieran tener más representación y también, en algunas oportunidades, han sido discutidas, ¿cómo valora el proceso de elecciones internas con el agregado que deben existir democracia interna?
Yo creo que es un tema fabuloso en el FMLN, que nos confirma nuestra naturaleza humana. En estos periodos se nos enciende las pasiones y nos alborotamos y nos sirve, este proceso, de calentamiento para ir al enfrentamiento y a la batalla con nuestros rivales.
Por supuesto que hay diferencias, que aparecen las inquietudes divergentes, pero en el Frente —que tiene un proyecto histórico, que viene con raíz en un ejército guerrillero— hay un enorme amor por la patria y por los salvadoreños. Esa es la esencia del FMLN. Entonces, cuando ponemos en el centro el interés del país, lo demás se vuelve un componente de segundo orden.
Hay que decir que, efectivamente, estamos culminando un proceso que arrancó con un proceso de actualización del padrón electoral interno. Entiendo que llegamos a los 26 mil gentes que van a participar en el proceso de elección, que llegaron a un local del partido y dijeron que querían pertenecer al FMLN y querían participar, refrendaron sus interés de seguir siendo militantes del Frente, con sus normas, principios y sus valores. Ese es un capítulo que terminó hace un mes y medio. Y hace una semana estamos viviendo el proceso de presentación, preparación e integración de propuestas en el territorio.
Ha sido fabuloso que la gente se reúna, desde el municipio, en las comunidades, para ir construyendo propuestas con una lección importante, que por supuesto, nosotros la venimos repitiendo, trasladando a todos los compañeros en todos los cantones, caseríos, colonias, barrios de nuestras ciudades, de que es importantísimo la unidad del FMLN para poder obtener victoria y ese es un elemento que nuestra militancia lo entiende y lo aplica. Hay diferencias y lugares donde las discusiones se acaloran, pero finalmente va predominando la racionalidad y la importancia que tiene para nosotros que la gente de que el pueblo nos vea unidos.
¿Qué considera usted, con esta discusión de buscar la unidad en el partido, cuando desde afuera uno de los posicionamientos críticos que se ha hecho en asambleas donde se ratifican pero no se queda claro de los procesos, si se ha hecho una elección interna o personas que aparecen con descontento? ¿Qué pasa cuando esa lectura de personas que no son parte del partido ven este punto en discusión o cuando se presenta una única propuesta del secretario general? La prioridad es la disciplina y la cohesión versus el tema democrático porque puede generar fisuras dentro de los grupos y hay que prestarse como bloque ante los simpatizantes de la ciudadanía, ¿cómo ve esto?
Yo diría que la democracia no se mide por la cantidad de candidatos que se presentan, sino por la cohesión que muestra esa fuerza en sus propuestas. En el FMLN un caso concreto es Usulután, estamos ratificando la candidatura de un compañero que ya fue alcalde, un compañero que tiene una gran autoridad en el partido y en la sociedad usuluteca, familiares de nuestro líder histórico Schafick. Él a través de su candidatura se genera un proceso en el que se integra lo mejor de nuestro partido, lo más apto incluyendo a los compañeros que han estado participando actualmente en los consejos integrados y, por supuesto, de aliados que nos interesan, que participen y que han expresado su interés de respaldar nuestro proyecto histórico en el municipio y en el departamento. Una ciudad compleja y complicada que sale con relativa rapidez de su propuesta y así se va repitiendo en cada historia.
Hay discusiones entre los comités de base del partido, que quieren llevar representantes comunales, que quieren llevar representantes de su territorio y hacen sus propuestas. Hay casos que en la parte inicial, cuando comienza la discusión uno puede encontrar 20 o 30 candidatos para un concejo municipal de 10 o de 15… Viene toda la discusión. Entre otras cosas, hoy por ejemplo —de las limitaciones que la ley impone para que el aparato que censa el voto no fuera ejercida por miembros del partido— habrá una participación ciudadana, luego las propias normativas internas del partido de las personas que tienen menos de determinado tiempo no pueden participar, porque se requiere periodos y años para poder optar en distintos cargos.
Sabemos que las elecciones presidenciales serán en el 2019, pero los partidos políticos comienzan a hacer campañas años antes y usted ha mencionado el tema de la cohesión. ¿Considera que Nayib Bukele generaría esa cohesión territorial en el FMLN? ¿Él constituye la figura que el FMLN puede respaldar para la candidatura en el 2019?
Nayib es un alcalde exitoso, es una figura pública exitosa y, por supuesto, está dentro de las figuras potenciales que el FMLN puede lanzar. Con todos nuestros compañeros nos hemos puesto de acuerdo, hemos puesto mucha claridad en que es importante salir victoriosos de esta batalla que viene. Que tiene que ver con ganar más alcaldías que las que tenemos y subir nuestra representación en el congreso, en la Asamblea. Vamos a trabajar con la idea de ganarle diputados a ARENA, de mejorar la presencia nuestra y de que nuestros aliados también mejoren su presencia y su participación en la Asamblea.
Hacía esta interrogante por un tema: ¿El FMLN puede tener candidatos orgánicos como Gerson Martínez, que puede generar cohesión por su recorrido y trabajo como ministro?
Pero pregunto en el caso de Nayib Bukele, una persona que no es orgánico del FMLN y que usted menciona que es un alcalde exitoso, que podría generar cohesión pensando en las bases. Partiendo de un escenario que tiene unas elecciones 2018, donde la cantidad de diputados se mantiene o aumenta. Es el escenario pensando con los aliados, en el que puede ser más potable un candidato que pueda generar arrastre mediáticamente como Nayib Bukele, versus alguien más orgánico como Gerson Martínez.
Nosotros hemos querido retrasar esta discusión para un momento después de marzo del 2018. Porque hay otros elementos que nosotros estamos considerando —y posiblemente sería la primera vez que lo digamos en público— la posibilidad de trabajar coaliciones para la campaña presidencial. Dejar de hacer solo alianzas y proyectar coaliciones. Es, por supuesto, afecta el tema de las candidaturas presidenciales. Quien sea el candidato tiene que prepararse en esa idea, porque la batalla que viene en 2018 y el 2019, en el caso de nuestro país, va a tener un escenario complejo, complicado, en el que nosotros necesitamos… el Frente necesita ganar. Y eso vamos a hacerlo con nuestra militancia, con todos nuestros compañeros, con todo el entorno social que acompaña al FMLN en la lucha. Vamos a necesitar convocar más corazones, más amor para la batalla de seguir cambiando y transformando El Salvador.
¿Considera que el proceso de negociación que es parte de la política, esos acuerdos, le ha obligado al FMLN a modificar su agenda o su hoja de acción? Por ejemplo, en temas concretos como el tema del financiamiento, hablamos de la política fiscal.
En el mundo moderno, en todo los rincones del planeta, un rasgo esencial de la política es el entendimiento, el diálogo, la negociación. Eso permitió sacar los tiros de la mesa. Antes no negociábamos y nos tirábamos disparos, pero hoy, digo en el mundo entero, donde el diálogo se cierra, vienen los grandes conflictos sociales y políticos que terminan en desórdenes y en enfrentamientos.
Aquí se cerró el diálogo en los años 70. Se cerró, literalmente, se cerró la comunicación. Los grupos y los sectores que ostentaban el poder económico y el poder del Estado, el control de la Fuerza Armada cerraron el espacio. Ningún intento de buscar contacto funcionó. Uno de los grandes medios de aquella época llegó un día al descaro de decir: “Diálogo: Palabreja Comunista”. Fueron de las cosas que fueron haciendo que se cerrara el espacio de la comunicación y solo quedara el camino de los tiros y el enfrentamiento.
Nosotros desde la misma montaña fuimos siempre impulsores del diálogo y de la negociación; y con mucho orgullo podemos decir que llegamos a resolver el tema del conflicto en ese escenario, en una negociación contra nuestro enemigo, con los que nos estábamos matando a tiros, con ellos negociamos y con ellos pactamos los Acuerdos de Paz.
Saliendo al terreno de la política electoral, el Frente ha sido permanente portador del concepto de la negociación. Hoy el presidente es una expresión de eso. Vive, continuamente, llamando a negociar y dialogar para salir a delante. Eso también tiene su expresión en la Asamblea, y creemos que es el escenario ideal para construir acuerdo de nación para sacar al país adelante.
Por supuesto que en este momento nuestra contraparte tiene cinco o seis grupos internos, que unos se niegan con otros. Hablamos con expresión legislativas que nos dicen que dejemos de andar negociando, «es aquí donde se resuelven las cosas». Allá afuera nos dicen que «las decisiones se toman aquí, en el partido y los diputados se someten a esto».
Tenemos más de un mes de tener el drama de no tener en el otro lado, una contraparte que represente y que asuma el diálogo. Por eso es que tenemos este período tan complicado y complejo. En ARENA se está produciendo un cambio de mando, un cambio de quienes controlan las palancas del poder interno. Por lo menos lo están intentando.
¿Qué pasa con el caso del partido GANA? Siempre se menciona que el FMLN para aprobar cierta propuestas de ley es a través del partido GANA. Para ser más concreto, la negociación en GANA pasa directamente con Guillermo Gallegos. Lo decimos así porque es la cara visible, es el presidente de la Asamblea y uno de los líderes más marcados. Entonces, el FMLN negocia directamente con él para buscar acuerdos y entendimientos en proyectos de ley, porque podríamos pensar que está el PCN con Mario Ponce.
Pienso en GANA que, no solo por su cantidad, también pienso para darle sostenibilidad a las propuestas que el Gobierno quiera apoyar y pueda tener los respaldos. Pero negociar implica también ceder cosas. ¿Hasta qué punto el FMLN cede aspectos que son claves pero tienen que hacerlo debido a la correlación política en la asamblea?
Indudablemente toda negociación implica unas concesiones, cambios y trasformaciones, esa es la negociación. Discutir «eso quisiera», pero «esto es lo que puedo hacer» y de esto que puedo hacer, «¿qué le beneficia al pueblo?» Esa es la guía nuestra. No vamos a hacer ninguna cosa que le haga daño a la gente. Esa es nuestra máxima en el terreno de las conversaciones.
En el caso concreto con el partido GANA y el PCN, son partidos que tienen una dirección y conducción política —El amigo Andrés Rovira, el doctor Guardado y por supuesto, nuestro amigo Guillermo Gallegos que es el presidente de la Asamblea—. En la parte final de la ejecución hay que ajustar, y formar parte del concierto que hay que preparar, para tomar las decisiones. Lo mismo sucede con el PCN. Ahí tienen una estructura de conducción que coordina y deciden, con la que nosotros pactamos. Ese el problema que tenemos con los otros señores de la derecha, que hay una representación institucional que no representa la opinión del partido. Y no es culpa de nosotros. Nosotros quisiéramos que tuvieran una posición cohesionada y recordamos como en 1990, 1992, pudimos encontrar una cabeza de ese partido que asumió la negociación con mucha valentía. En aquel caso fue el presidente Cristiani que asumió y amarró los compromisos. Yo creo que es importante recordar que deben ser personas que tenga el control de la fuerza que dirige.
Hoy el presidente Santos, en Colombia, está experimentando esa falta de control. Sacan un acuerdo en la mesa y el congreso o la corte toman decisiones que botan y cortan las patas a la mesa de negociación. Entonces, nosotros estamos presentando ese drama: Que los representantes de esa parte, con la que es importante negociar, no tiene rostro… no tienen fuerza.
¿Podríamos decir que Mauricio Interiano que es el presidente de ARENA, pero no es la cabeza de ARENA? ¿Se tendría que negociar directamente con los financistas del partido, llámese Poma o Eserski?
Yo creo que ese es el fenómeno concreto. Es un director de orquesta donde la orquesta no le sigue la música.
Deberán resolverlo ya que viene un proceso electoral, están igual que nosotros seleccionando sus propuestas de candidatos. Ellos tienen otros mecanismos distintos a los nuestros, pero sin ninguna duda estos escenarios de decisiones internas, si no se manejan con transparencia, con seriedad, tienen la capacidad de aumentar las dificultades internas de los liderazgos. Nosotros quisiéramos expresar nuestro deseo de que se ordenen para que podamos abrir una discusión seria y profunda, responsable, de los problemas del país.
Por ejemplo, pienso en temas sensibles como las pensiones o el tema fiscal y ahí toca negociar con estas expresiones más claras. ¿Usted no ve esa claridad en las contrapartes para negociar temas tan sensibles como el tema fiscal, la propiedad, la riqueza y la inversión?
De momento no existe. Conocemos opiniones individuales de componentes de la otra parte, donde sí hay opinión buena. Y en el tema fiscal, nosotros estamos preparándoles a ellos una propuesta que sacaría al país de esa crisis permanente en la que estamos. Varias veces y varios organismos internacionales nos viven recordando que en El Salvador los malos salvadoreños se quedan, en algunos casos, con el 60% de los impuestos que deben pagar. Hay varios funcionarios, por no usar el nombre de empresarios, que ofrecen plata para no pagar los impuestos, que tienen mecanismos para ocultar información.
Nosotros estamos preparándoles la idea de modernizar la maquinaria fiscal del país para quitarles al funcionario y al usuario la discrecionalidad que pueda, o no pueda, pagar los impuestos. La operación económica que se realice, paga sus impuesto. Hay ejemplos en el mundo, el propio Estados Unidos son una expresión de eso, Canadá y Europa, si uno no paga sus impuestos les embargan hasta los zapatos. Eso deberíamos hacerlo y eso es lo que está causando las dificultades fiscales que enfrenta el Gobierno permanentemente. Y no solo este Gobierno, los enfrentaron los gobiernos de Saca, de Flores, de Calderón Sol y de Cristiani. Eso lleva a que se vivan buscando préstamos y recursos.
Igual nosotros tenemos otra visión sobre este tema, y es que creemos que es importante recuperar la capacidad productiva del país para que se genere mayor actividad económica que generen más impuestos para que se puedan atender las necesidades de la gente. La clave para nosotros es sanear la maquinaria impositiva, modernizarla y elevar la producción. Creemos que con eso crearíamos el ambiente necesario.
Yo se lo he preguntado a empresarios, algunos son de ARENA. Se les ha preguntado de que si estarían dispuestos a acompañar una propuesta de fortalecer el aparato fiscal del Estado, el aparato que recauda los impuestos del Estado, y me han dicho que sí. Yo creo que usando esa fuerza, cuando lleguemos a hacer la propuesta, deberíamos de encontrar el apoyo de todos estos sectores a los cuales hoy andamos buscando que nos acompañen para hacer préstamos.
Ahora quiero hablar sobre su nombramiento en el Gobierno. ¿A José Luis Merino se le hizo viceministro por un tema de blindaje institucional? ¿Qué piensa cuando le hacen este tipo de afirmación?
La verdad es que yo particularmente me afino a la tarea de que el presidente me ha asignado, y es ayudar de manera institucional a lo que hemos estado haciendo en los últimos tiempos.
Pero además sí es importante establecerlo, es que El Salvador tiene el nivel más bajo de inversión extranjera en la región. Alguien dice que es por las pandillas, por la violencia, por la delincuencia, no es cierto. Guatemala tienen índices delincuenciales más altos, ¿verdad? En Honduras la inversión es más alta, entonces, nos sentimos comprometidos a generar un esfuerzo extraordinario para traer. Y hay una distribución de tareas y responsabilidades, en el que cada uno de las áreas se le ha dado misiones específicas para cumplir ese propósito.
Aquí la verdad es que, aunque todos tuviéramos nariz de santo, nos la hacen «ganchuda». Ese es un rasgo esencial de los políticos de derecha, de intentar destruir las cosas buenas, positivas, sin valorar lo que se está haciendo. Nacimos siendo acusados de cualquier cosa, crecimos siendo acusados de cualquier cosa; por supuesto, hoy no nos asusta que critiquen, que señalen, ¿verdad?. Anotamos, por supuesto, quién lo dice, cómo nos lo dicen y corregimos, y mejoramos cuando tenemos que corregir y mejorar. Sabemos que hay señalamientos que son sanos, que vienen a veces de los mismos sectores de estos de la derecha; pero esencialmente nosotros estamos concentrados en crear un ambiente para atraer inversión y estamos haciendo un esfuerzo extraordinario hacia países, hacia regiones del mundo, donde ha habido poco esfuerzo de atraer a nuestro país.
En función de esta tarea, de esa actividad en el Viceministerio hacía esta pregunta, ante alusiones directas que el senador Marco Rubio ha hecho hacia usted, tanto en el espacio de la Asamblea o el Congreso en los Estados Unidos; pero también en cartas dirigidas, por ejemplo, al secretario del Tesoro —en aquel momento, Jacob Blue— hace alusiones directas hacia usted. Y luego, el fiscal general mencionó que hay una investigación abierta, ¿qué piensa cuando hacen ese tipo de aseveraciones hacia su figura?
Yo primero creo que es importante hacer que los organismos institucionales que tienen a su cargo establecer, administrar la justicia, lo hagan, y en ese caso a mí me alegra que algún organismo, alguna institución seria, responsable de Estados Unidos asuma una investigación de esas, y sé que hay investigaciones desde hace muchos años, desde los años de la guerra, desde los años de la montaña de los años de la clandestinidad y que hay investigaciones en todos estos años, hemos actuado en el escenario este, tengo la certeza y la seguridad que si alguna cosa mala hubiera hecho ya hubieran pedido mi captura, mi detención o cualquier cosa con seguridad. Allí a partir de la afirmación que tienen nueve años de estarme investigando, desde 2008-2009.
¿Considera que este es un recurso político que utilizan sectores en Estados Unidos y se apropian derechos de gobierno acá, para un tema, considera usted que es una difamación?
Es una difamación, tenemos una información precisa de quiénes fueron los que pidieron, los que le entregaron el paquete de información a un señor de la derecha que se fue a visitar a su amigo. Se recuerdan que Marco Rubio, el senador Marco Rubio… es un senador de Estados Unidos, estaba en una pelea con el presidente Obama por las negociaciones con Cuba, por el respaldo que le estaba dando Obama a la negociación en Colombia y por el respaldo que Obama había expresado apoyando la negociación en Venezuela. Ese era su tema, temas mundiales, continentales. Y ahí agarra, al final de su intervención, Marco Rubio el caso nuestro, el caso mío sin decir nada sin presentar ninguna prueba.
Nosotros hemos preguntado a la embajada norteamericana, le enviamos correspondencia oficial, personalmente fue una delegación nuestra de los diputados a los Estados Unidos y las respuestas son negativas. No existe nada de esa propaganda. «A ese señor aquí nadie le hace caso», les dijeron. Dijeron que «aquí no consideramos que es una opinión seria» y por supuesto en el caso interno, la Fiscalía tiene el derecho y la obligación de investigar los casos y yo siempre he dicho nosotros tenemos las manos listas, investiguen, pregunten.
¿La Fiscalía no se ha acercado a usted? ¿El exfiscal general Luis Martínez, el actual fiscal Douglas Meléndez se han acercado a usted por algún proceso de investigación bajo alguna circunstancia?
No, absolutamente y siguen inventando, Hoy recientemente aparecieron otros artículos, donde dicen que José Luis Merino es dueño de un Banco que se llama Saint George que tiene un capital de 12 mil millones. Hay otros materiales de señores que han venido aquí a hoteles a hacer exposiciones donde asocian a Ramiro, es el mismo José Luis Merino, con el ministro viceministro de la Defensa de Rusia, no sé ni quién es ese señor y segurito que van a seguir inventando fantasías y cosas de esas, porque eso sí lo saben bien claro que somos fieros y firmes luchadores que nunca vamos a dejar de lado nuestra batalla por transformar nuestro país y ayudarle a nuestro pueblo.
Quiero aprovechar también una mención que hizo la revista Factum en un artículo que publicaron en abril del año pasado. Ellos mencionan que usted ha viajado en aviones de Enrique Rais y que la misma revista Factum ha mencionado que usted tiene una relación muy buena con él. ¿Usted tiene un vínculo con Enrique Rais en negocios, en el campo de petróleos o en otras áreas?
No. Lo conozco, es mi amigo, hemos conversado y compartido sobre muchas cosas. No somos socios en nada, absolutamente en nada. Esa es de las cosas curiosas, me acusan pero nunca han presentado un solo papel. Yo he leído todas las cosas y yo le diría al grupo este de señores ,porque son un grupo de salvadoreños los que están detrás de Factum, que resuelvan sus conflictos de manera directa, uno sabe contra quienes están peleando ellos y que no tienen el derecho de afectarle la vida a otras personas, pero igual, deberían.
Yo creo que eso es importante, el día que tengamos una ley mundial donde todos los mentirosos, chambrosos, calumniadores tengan la obligación de rendir cuentas por cada calumnia que lanzan y no tienen pruebas, no tienen documentos. A mí me viven acusando de cualquier cosa, hasta de los terremotos me van acusar cualquier día, pero la verdad es que nunca presentan un solo papel, ni chiquito, ni grandote, ni mediano. Solo lanzan las piedras, esconden la mano y un día la justicia deberá pedirle cuentas.
La misma revista Factum publicó, a finales de 2015, que ese fue un canal para negociar la reelección de Luis Martínez como fiscal general, es cierto lo que menciona, lo que afirma Factum que ocurrió a finales del 2015…
Todos los nombramientos requieren un proceso de negociación, en la Asamblea Legislativa, en los partidos políticos y en algunos de esos momentos participamos todos los que somos actores, damos opiniones, los apoyamos, los rechazamos, los denunciamos y en ese sentido desde el tiempo que tengo de participar, también participé en la elección y en la decisión de elegir al actual fiscal, es la obligación de esa dirección opinar, proponer, plantear.
Participe en la elección de los cuatro magistrados de la Sala, por supuesto, estuvimos en la Casa Presidencial. Hicimos, propusimos, discutimos, sacamos, apartamos y lo vamos a seguir haciendo, intentando poner al frente de cada uno de los ejercicios de los cargos que nombramos a los mejores salvadoreños. Nos equivocamos en muchos casos, nos equivocamos y cada gente tiene su oportunidad y, por supuesto, le va llegar el momento que rinda cuentas de las cosas malas que hacen en los cargos para los que nombramos. Yo recuerdo que siempre cuando lo juramentan, les dicen que si cumplen, «el pueblo los premiara»; y que si no cumplen «se los demandará». Eso es una sentencia y los que hacen mal la gestión, van a tener que rendir cuentas un día.
¿Considera que Luis Martínez fue una equivocación?
Creo que fue un hombre que le tocó ejercer un cargo en un período complejo, complicado. El cargo de fiscal general de la República es de los cargos más crueles, cualquiera que esté en ese cargo, el día que sale tiene como 50 mil enemigos. Por los que fueron a parar a la cárcel porque se lo merecían y de los que fueron a parar a la cárcel porque no se lo merecían, porque nadie —ninguna madre, por ejemplo, ningún hermano, ningún pariente— acepta que sus familiares andan en cosas malas. Y este fiscal las debe de pagar. Y a ellos les toca de manera individual hacer uso de un pistolón grande que el Estado le pone en sus manos, que la sociedad le pone en sus manos. Entonces, yo digo es un cargo ingrato, complicado, complejo difícil y yo no quisiera ese cargo.
Tengo la última entrevista, el periódico digital El Faro publicó, en abril del año pasado,que Alba tiene ocho sociedades offshore; y en otra publicación de marzo de este año, señalan que por medio de un paraíso fiscal, Alba patrocino a VECA. ¿Es cierto lo que afirma El Faro?
Sobre las ocho empresas, nunca presentaron un papel que demostrara eso y yo pregunté si Veca, porque Veca… Alba, perdón, tiene cuentas internacionales. Pagan sus cuentas y si el combustible que compra a Venezuela —y a veces a otros proveedores— por medio de bancos internacionales y nunca ahí, en ese banco. En ese caso concreto no había ni una sola mención, ni un solo papel que mostrara la relación de Alba. Sabemos que detrás de ese tema, después hubo un enorme retroceso, porque aparecieron entre ellos los dueños de Factum, dueños de varias decenas de empresas.
¿O sea que los dueños de Factum y El Faro están vinculados?
Son casos que están ahí registrados.
Yo quisiera felicitar a los amigos de El Faro por este hit que se han sacado, este último libro que han sacado de los cuadernos contables de la administración de Armando Calderón Sol, de Paco Flores y de Saca, entiendo. Es importantísimo que el país conozca esas verdades y nosotros vamos a respaldar con toda nuestra energía esa investigación, porque estamos convencidos que las cosas malas deben de castigarse y deben de corregirse.