El secretario general de la ONU ha visitado el paso fronterizo de Rafah, en Egipto, para inspeccionar la ayuda humanitaria que se prepara para ser trasladada al interior de la Franja de Gaza. Desde allí, ha hecho un llamamiento a todas las partes para que «clarifiquen las condiciones y reduzcan las restricciones» para que los camiones puedan entrar lo antes posible.
La ONU ha reconocido que las negociaciones para la entrada de los 20 camiones que fue acordada por Estados Unidos, Israel y Egipto siguen aún en marcha y que «como tarde mañana» se pueda producir esa distribución de alimentos, agua y medicamentos.
Guterres ha pedido un alto el fuego por razones humanitarias, exigencia que no han hecho en sus recientes visitas a Israel otros líderes internacionales como Joe Biden, Olaf Scholz o Rishi Sunak. «No creo que el alto el fuego sea una condición previa para la ayuda humanitaria», ha concluido, «ya que no queremos castigar a la gente dos veces: primero por la guerra y después por la falta de esa ayuda humanitaria».
Israel, por su parte, ha enfriado los ánimos y ha advertido de que todavía no está decidido cuándo va a entrar la ayuda. El portavoz del ejército israelí, Richard Hecht, ha argumentado que las negociaciones están todavía en curso y que las verificaciones que Israel exige para inspeccionar todos los camiones están ralentizando el proceso.
En las últimas horas, distintas organizaciones han insistido en que el paso de 20 camiones es una ayuda muy pequeña para las necesidades que tienen los habitantes del sur de Gaza. «Es irrisoria y ridícula» para David Cantero, representante de Médicos sin Fronteras en Palestina, quien ha explicado que la situación en la Franja es «catastrófica» y alerta de que muchos pacientes van a morir en los próximos días si no llega la ayuda humanitaria.
Egipto acogerá una cumbre internacional este sábado para analizar la situación. Entre los que han confirmado su asistencia están el presidente palestino Mahmud Abbás, el Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea Josep Borrell, el presidente Pedro Sánchez, la italiana Giorgia Meloni o las ministras de Exteriores de Alemania, de Francia y el del Reino Unido.