César Castro Fagoaga pasó la primera década de 2000 entre las salas de redacción de La Prensa Gráfica y El Faro. Renunciaba a El Faro y volvía a La Prensa Gráfica y viceversa. A inicios de esta década, decidió marcharse a México y después de un par de años regresó a El Salvador para ser el jefe de la sección Judicial de La Prensa Gráfica.
En 2015, se fue a vivir a Canadá. Desde allá colaboró en el proyecto de investigación del caso Panama Papers, proyecto que permitió la integración de cientos de periodistas a nivel mundial para analizar más de dos terabytes de información de la firma panameña Mosack Foseca que creaba empresas fantasmas a políticos, empresarios y deportistas con el objetivo de permitirles la evasión de impuestos en sus países de origen.
El año pasado, Fagoaga regresó a El Salvador para incorporarse al proyecto periodístico como jefe de Redacción de la Revista Factum, un medio que le apuesta al periodismo de profundidad en una era en que la mayoría de medios digitales le apuestan a generar cualquier contenido con el único objetivo de tener visitas en sus sitios.
«Es lo que mucha gente está llamando como la dictadura del clic, yo no lo llamaría periodismo, pero este tipo de coberturas que lo que buscan es atraer a la gente y que la gente entre a los sitios a como de lugar», expresa.
Sin embargo, tiene presente que la gente valora el periodismo de investigación; y que son los mismos periodistas, y no las empresas mediáticas, los que deben garantizar la calidad de la información difundida a la población.
¿Cómo ves el cambio del ejercicio periodístico en esta nueva etapa de la era digital?
Estamos comprendiendo con era digital la explosión de redes sociales, supongo. Yo creo que como todo tiene sus pros y sus contras, en el caso en particular de los medios de comunicación, el camino ha sido interesante, porque por un lado, la apertura del internet ha posibilitado el nacimiento y desarrollo de nuevos medios de comunicación y eso es importante. De hecho ahora, creo que se ha democratizado mucho más el espacio que había porque esto permite opciones a bajo costo para que se puedan crear nuevos medios de comunicación serios y eso es importante. Siempre va a ser importante el surgimiento de nuevos medios de comunicación creo yo, eso es por un lado, yo lo veo como algo muy positivo.
Pero el gran pero, que le veo es que el caso con este boom de las redes sociales, lo que han fortalecido es la inmediatez y por esa inmediatez muchos medios de comunicación cometen el grave error de publicar cosas sin confirmar. Hay como dos fenómenos en esto de las redes sociales. Uno es la inmediatez, que todo el mundo quiere que las noticias estén cuanto antes en Twitter y Facebook; y muchas veces hay rumores que se publican como ciertos y eso es gravísimo para el periodismo, menoscaba la credibilidad.
Y lo otro, más grave todavía, es lo que mucha gente está llamando como la dictadura del clic. Yo no lo llamaría periodismo, pero este tipo de coberturas, que lo que buscan es atraer a la gente y que la gente entre a los sitios a como de lugar estamos viendo en los medios supuestamente serios donde hay cada vez mas notas que dicen: “No vas a creer lo que pasó después”, tenemos notas que dicen:“Esta presentadora es la más hot del mundo”. Y lo venden como si fuera algo importante, cuando lo que buscan es únicamente es que la gente entre a los sitios. Eso va en menoscabo del periodismo
Y ese es quizás una de las peores cosas, porque por ganar lectores, estamos desatendiendo nuestra verdadera vocación y los medios se están olvidando que son medios de comunicación y no solo son negocios. Eso creo que al final está pesando más lo negativo. Si bien es cierto, están apareciendo nuevos medios de comunicación, y eso es importante, muchos medios no están siendo lo rigurosos que deben ser y además en muchas ocasiones están vendiendo basura como periodismo, y eso es grave.
Por otro lado, que se haya abierto tanto el espacio, ha generado también que cualquiera, sin ninguna preparación o con intereses ocultos, pongan sus medios de comunicación. En los últimos años, hemos visto el surgimiento de montón de periódicos digitales que obedecen a intereses políticos muy concretos, entonces, eso también es grave porque, entonces, no hacen periodismo, sino que hacen propaganda.
¿Crees que estos medios tienen impacto en la población?
Al final, es culpa de los mismos medios de comunicación, quienes montan el espectáculo son los medios mismos. La gente al final no es tonta, la gente sabe si hay alguna campaña dirigida contra algún político o un medio de comunicación o si hay un medio de comunicación que responde a los intereses de un político. Yo creo que eso está en muchos casos bastante claro, pero nadie se toma la tarea de decir: “vaya como esto es basura, dejo de hacerlo”.
El otro día vi una publicación de este periódico que yo no considero serio, El Blog; y publicaron una noticia hablando sobre una persona en Youtube. Publicaron un video en youtube diciendo que El Salvador era violento , y es cierto, los datos avalan que El Salvador es uno de los países más violentos del mundo, y el panelista este decía eso, y entonces El Blog sacaba: «Indignación por la opinión de este tipo». Cuando en ese medio publican fotos de descabezados, yo no entiendo, hay ese tipo de incongruencias. Entonces, la gente debería aprender que eso no es periodismo. Si nos dedicamos a hacer periodismo serio, por un lado, no tenemos que irnos en esa misma vertiente.
Yo veo también como otro caso concreto, La Prensa Gráfica, pueden hacer periodismo serio, pero por otro lado tienen su parte también, su periodismo de clic. Por un lado, juegan a hacer periodismo serio. Pero por otro lado, tienen esta cuestión de: “Cuál la presentadora más hot”; “La casa embrujada”, cosas que no son periodismo, aunque le meten ruido a la gente, que es basura, entonces, no podemos decir a la gente, acusarla de que consume basura, si nosotros como medios de comunicación le estamos vendiendo basura.
Hay una parte de los medios de comunicación que debe ser una labor de enseñanza. No es para enseñarle a ser un buen ciudadano, no. Para enseñarle por un lado que la corrupción es algo malo y eso hay que decirlo y hay que señalar la corrupción. Y por otro lado, esto es periodismo y no esta basura, y nosotros no publicamos ese tipo de basura porque no creemos…
¿Y vos crees que esta es una etapa o considerás que se va mantener?
Mientras tengamos esta vorágine que imponen las redes sociales. Por desgracia en El Salvador vamos a seguir con todo esto. Yo no se si sea una etapa, pero ahora mismo, en los próximos años no creo que cambie mucho. De hecho, vamos para peor. Viendo de nuevo el ejemplo de medios tradicionales y con esto me refiero a los periódicos, a los canales tradicionales, ha habido una degeneración permanente.
Es curioso, en el caso de La Prensa y El Diario de Hoy, tienen sus soportes físicos donde parece un periódico, quitándole el montón de anuncios que parece casi un catálogo, parecen periódicos que dan noticias serias, pero si te vas a las partes digitales, ahí es donde el consumo de basura es exponencial. Entonces, ¿cómo es posible? Tenés dos caras. Por un lado, tenés la cara de soporte que es bastante seria; y por otro lado, la parte digital que lo que tira es consuma, consuma, consuma. Y esta generación ha sido paulatina, pero desde que comenzaron las redes sociales o un poquito antes ha habido un aumento, por desgracia. No se si sea una etapa, pero sin lugar a dudas no va a acabar pronto.
En unos 10 años o más se va a dejar de seguir imprimiendo el soporte físico de los periódicos. Pero en el caso de La Prensa Gráfica o El Diario de Hoy, que al menos en sus ediciones impresas realizan un tratamiento informativo diferente, es posible que se queden ya solo con la plataforma digital. ¿Qué tienen que hacer estos medios para mantenerse? Porque al final, la publicidad en internet es más barata.
Mi entendimiento es que la publicidad digital es mucho más barata que la impresa. Ahora la tendencia a la desaparición, bueno, no a la desaparición, a la consolidación de las plataformas digitales, esa es la tendencia. Ahora, yo no estaría tan seguro que los periódicos vayan a extinguirse. Yo creo que todavía, ya sea por tradición o por muchas cosas, es algo que se va a mantener, no sé por cuánto tiempo, pero se va a mantener.
Ahora bien, yo no sé, veo difícil que los medios den marcha atrás a esta lógica que han puesto en las plataformas digitales. Es curioso, porque en los medios de comunicación se pasan quejando de la disminución de los ingresos que tienen por publicidad o porque la gente ya no los consume como antes, y su apuesta es este tipo de cosas, cuando yo creo que su apuesta podría ser hacer periodismo de calidad para que la gente vuelva a confiar en ellos, vuelva a tener credibilidad en ellos; y por lo tanto, vuelva a consumirlos.
Pero no, acá vemos otra cosa. «No, es que lo que la gente quiere es basura». Si quieren basura es porque eso les das, pero si vos a la gente le das periodismo de calidad, periodismo sin contaminación ideológica, pues entonces la gente te tiene que seguir, que regresar, eso creo. Hay cosas, vos lo ves en las plataformas digitales, hay un montón de ruido, hay un montón de medios que se han creado en estos últimos años y la gente identifica cuáles no tienen o no merecen credibilidad y cuales sí.
¿Por qué El Faro se ha mantenido en los últimos 15 años con prestigio? Porque ha vendido su periodismo serio. Nosotros tenemos dos años y ya nos identifican por eso mismo. Y así otros medios, no son los únicos directamente, pero te menciono estos dos ejemplos en concreto porque vos tenés que tener claro qué querés. En el periodismo no cabe este tipo de «jueguitos» confusos sobre «la chica del clima», sobre «la casa embrujada», eso no cabe. Entonces, el cambio debería ser ese, regresar a dar calidad, y eso se está perdiendo, se ha perdido realmente.
¿Cómo ves esa tendencia de hacer notas de comentarios de políticos realizados en sus redes sociales?
Las redes sociales son una fuente más, pero no son la fuente, no es palabra de Dios. ¿A qué me refiero con esto? Si vos mañana publicás algo y vos sos funcionario público y publicas algo, eso evidentemente funciona como fuente, pero como cualquier otra nota, vos no podés armar una nota por un tuit que encontraste en tal blog. Vos tenés que validar si esa cuenta es verdadera o no, tenés que tener reacciones, tenés que hacer tu trabajo de siempre, es decir, yo lo veo como una declaración más, pero lo que no puede ser es montar una nota con eso y luego no preguntarle al funcionario, por ejemplo, si es un tuit muy polémico, ¿qué quiso decir? O ¿por qué lo dijo? O sea, tenés que hacer tu trabajo, es que ese es el gran problema, los periodistas nos estamos volviendo holgazanes en esta era digital, por sacar las cosas súper rápido, olvidamos hacer nuestro trabajo, y en nuestro trabajo tenemos un método y ese método tenemos que seguirlo siempre, independientemente si cubrimos política, espectáculos o deportes, y ese me obliga a mí a validar la información, a contrastarla y a generar un cúmulo de fuentes.
Fotografías: Óscar Bolaños
¿Será que las mismas empresas, más que hacer holgazanes a los periodistas, las empresas mediáticas están empujando a eso a los periodistas para tener la nota cuanto antes?
Es una combinación de ambas cosas, porque por un lado, es cierto, las empresas o los jefes de prensa impulsan, especialmente en las plataformas digitales, que subamos la nota con eso, aún cuando eso no lo tengamos confirmado. Pero por otro lado, también los periodistas, yo he visto casos, por eso te digo que es una combinación de ambas cosas, los periodistas se están volviendo holgazanes, sin lugar a duda, y mucha gente no quiere ni salir de las redacciones. Estamos olvidando que patear la calle es una de las responsabilidades de los periodistas, estar donde está la gente, y no estar sólo metidos en una oficina.
Y en ese sentido hay una sobrexpoltación del periodista, porque hoy tenés que estar transmitiendo la conferencia de prensa, tenés que tuitear, tenés que editar la nota.
La nueva era donde estamos implica mayores riesgos y mayores sacrificios, pero esto no puede ir en detrimento de la calidad del mismo, ¿si me explico? Es decir, si va a ser más pesado, vamos a tener que hacer más cosas porque nos lo demanda, porque cuando estamos en una conferencia vamos a estar tuiteando, pero si estamos en la conferencia tuiteamos, hacemos un video y no nos olvidamos de hacer nuestro trabajo que es preguntar. Y luego, si eso es lo que vimos, contrastarlo con alguien más y luego montar la nota. Yo sé que en algunos momentos no va a ser fácil, porque vamos a tener un jefe que nos va a estar ladrando todo el día, pero hay que hacer el esfuerzo por hacer el trabajo de forma correcta y honesta. Es complicado, pero se puede, he visto casos que se pueden hacer, es decir, no podemos ocupar esta era digital en la que estamos inmersos en este momento como una excusa para no hacer trabajo de calidad.
¿Y cómo ves al gremio de periodistas en el país?
Separado, desunido. He visto casos donde por algunos despidos, si hay pronunciamientos y por otros despidos no hay pronunciamientos. Veo una separación, es muy muy obvia, ¿no?. Pero este gremio que es un negocio de egos, es así, y es triste porque yo creo que juntos podríamos alcanzar mejores cosas, mejores prestaciones. Hay empresas que no permiten, por ejemplo, que los empleados, estamos hablando de las empresas tradicionales de medios de comunicación, que los empleados se agrupen para buscar mejores condiciones de trabajo, y eso ya es causal de despido, y eso no puede ser así. Si tuviéramos un gremio fuerte, si la APES, la APES que escribe con horrores de ortografía sus comunicados, entendiera que representa a todos los periodistas y fuera seria, yo creo que la gente decidiera entrar. Yo veo un panorama, en ese caso de separación y es triste, así estamos.
¿Qué tan importante es para el ejercicio periodístico del caso de los Panama Papers? ¿Vos participaste?
Yo participé.
¿Qué tan importante es para la prensa internacional y qué significaría para la prensa nacional de unir esfuerzos de diferentes periodistas de medios de comunicación, en algunos casos que sea independientes, freelance?
En este caso en particular, fue bonito trabajarlo, porque estuvimos cientos de periodistas de todo el mundo trabajando eso, y aquí en El Salvador no fue una decisión nuestra, sino que la gente del consorcio buscó a El Faro, y la gente de El Faro me buscó a mí, yo ni trabajaba en El Faro. De hecho, en ese momento era freelance. Y El Faro o el consorcio buscó a otros medios centroamericanos para hacerlo y hubo una mayor difusión. Si me preguntás a mi cómo lo hubiera hecho, yo hubiera involucrado más medios salvadoreños, ¿por qué? Porque era un montón de información, montón de información que todavía se puede trabajar, por cierto, y que con equipos de investigación serios se hubiera sacado mayor provecho. Ahora, mucha gente se quejó que por qué no los liberaban y que la gente los publicara, y eso yo no estoy tan seguro, porque por esa misma inmediatez, por la deficiencia probada de algunos medios de comunicación, hubieran sacado pura «changoneta» y yo creo que tampoco es así la cosa.
¿Vos crees que es ese el futuro para hacer periodismo de calidad, de investigación?
Todo periodismo es investigativo, pero esto que se llama periodismo de investigación es caro. Ahora, hacer cosas que valgan la pena lleva tiempo, ocupan recursos, pero vamos apostando a que las principales apuestas de los medios de comunicación sean esas, trabajar temas a profundidad.
¿Considerás que se puede hacer una red aquí en El Salvador?
Se hace. Bueno, en El Salvador muchos periodista que yo conozco que están, forman parte de redes internacionales de investigación. Bueno, yo formo parte de una, pero hay otra gente de La Prensa, El Diario, El Mundo, de televisión casi no hay; y eso es interesante que la gente de televisión casi no se incorporan. Ellos están más movidos creo yo, porque la inmediatez de la televisión es más brutal que la de otros lados. Pero vamos hacia eso, es decir, pero yo lo veo, el fenómeno está pasando por los periodistas y no tanto por las empresas, o sea, son los periodistas de algunos medios de comunicación los interesados en hacer parte de redes internacionales investigativas que hacen temas grandes de investigación de manera regional, no tanto las empresas.
Cuando yo estuve en La Prensa Gráfica, pues en La Prensa Gráfica no había tanto interés en ser parte de la red , pero parte del equipo de periodistas que yo tuve la dicha de dirigir, si habían varios que por cosa personal estábamos metidos en redes investigativas regionales. Y yo creo que es eso, es decir, coberturas específicas es el futuro.
¿Cuáles son los retos que vos visualizás en el periodismo frente a esos clics, generar más clics, por tener notas cortas, notas que generan morbo, o titulares sensacionalistas, a hacer periodismo de calidad, a hacer textos más largos? ¿Cuáles son los retos para atraer también a las personas, que en su mayoría se informan a través de las redes sociales?
Lo que pasa es que es un momento de desafíos verdad, y no sé si textos largos sea necesariamente sinónimo de calidad. Es decir, nosotros en esta era tenemos que aprender a aprovechar los recursos que tenemos, yo por lo tanto, cuando yo le pido a los periodistas que busquemos más narrativas, es siempre priorizando la calidad, pero nuevas narrativas. ¿a qué me refiero? No solo tenés que quedarte con un texto, podés hacer un video, podés aspirar a hacer un documental, podés aspirar a hacer un libro. Tenemos que subirnos a esta ola que estamos ahora mismo y saber aprovecharla.
El reto es no desesperarse en el camino y no caer en la tentación de entonces, tengo esta información, no la voy a verificar y la voy a tirar porque seguramente va a ser una bomba. Tenés que tener paciencia, que la cosas buenas toman tiempo. Tenés que tener muy claros tus objetivos, y decir, este año voy a enfocarme en estos temas, y de esta forma los voy a cubrir, y estos van a ser los materiales que voy a entregar, que van a ser textos, que van a ser videos, que van a ser slideshare, que van a ser diverso tipo de material que sea consumibles en la nueva era que estamos, pero con calidad.
Entonces, el desafío es ese, el desafío es seguir haciendo bien las cosas, pero además, tener la paciencia para hacerlo y tener, creo yo, además, estar jodiendo a los jefes que lo dejen a uno trabajar tranquilamente. Eso no es fácil, pero hay que hacerlo.
¿Cuál es tu sentir cuando hacés un trabajo de investigación largo y te sentás a escribir, y no sé, pasás días, horas escribiendo, y tu publicación no llega al número de personas en comparación con otros medios, que incluso vna surgiendo?
Obviamente eso frustra, pero eso no debe hacerte cambiar tu rumbo, es decir, si yo por ejemplo, veo que una nota de descabezados en El Blog tienen 50,000 vistas y mi nota sobre pandilleros retirados tiene 7,000; claro que es frustrante, porque decís, yo esperaría que la gente se interese en un fenómeno actual y que está pasando frente a las narices de todos, pero que la gente no lo está viendo. Pero no por eso voy a decir, bueno, entonces voy a ocupar esta fórmula, no, no, no, yo me mantengo en lo mío. Es frustrante, pero si yo por lo menos consigo que 10 lectores lo lean completo y digan: “esto es importante”, yo me doy por servido.
Háblame un poco de este proyecto de Factum, ¿por qué decidiste salirte de un medio con tanta trayectoria como La Prensa Gráfica?
Bueno, yo la verdad en La Prensa Gráfica estaba dirigiendo la sección Judicial, yo lo tomé como un reto, yo en ese momento no vivía en el país, vivía en México, me invitaron a participar en eso. Yo consideré importante hacerlo por dos razones, primero porque desde la fuente judicial era el principal tema del país en ese momento, bueno, todavía lo sigue siendo, que es la seguridad la principal preocupación de los salvadoreños. Yo creía que como periodista donde tenía que estar trabajando era en El Salvador, en esos momentos vivía en México. Me regresé, tenía que trabajar en El Salvador, y además cubriendo la principal preocupación. Lo vi como un reto porque era como estar en un periódico que ya conocía, porque ya había estado antes, pero además para tratar de hacer las cosas bien desde adentro.
Yo estoy convencido que uno no puede criticar a un medio de comunicación como La Prensa Gráfica sin intentar cambiar las cosas, y yo creo que desde ahí hicimos un trabajo bastante respetable, hicimos investigaciones serias, no fue fácil porque tenés una presión interna brutal, pero por otro lado también he de decir que tuve en muchos casos la libertad para hacer las cosas como nosotros considerábamos importante que se hicieran. Se revelaron cosas que estaban ocultas, cosas que en muchos casos costaron y eso fue una experiencia, un desafío y al mismo tiempo enriquecedor.
Después de un tiempo fue ya desgastante, yo pasé ahí casi cinco años o cuatro años, no me acuerdo. Luego me tocó ir a Canadá el año pasado, estuve un tiempo ahí, estando ahí me llega la invitación de Factum. Factum, un proyecto que desde un inicio formé parte consultiva. Fue creado por Héctor (Silva Ávalos) y Orus Villacorta; y me invitaron a colaborar. Yo en ese momento estaba viviendo en Canadá, regresé a finales del año pasado, además salieron un par de proyector súper buenos como los Panama Papers con El Faro, otro par con universidades en Canadá y pues la verdad es un sueño montar un medio con gente que respetás como Héctor y Orus.
Es un reto, pero es un sueño, todo periodista quisiera tener su propio medio de comunicación. ¿No se si te pasa a vos también? Eso es lo que estamos montando con Factum. Factum es una revista donde están acumulados todas nuestras ideas de cómo debe ser el periodismo, cómo debe trabajarse, y con esa libertad que queremos a la hora de trabajar, a la hora de contar cosas.
Tener claro que es un medio de comunicación donde nosotros queremos para hacer investigaciones sobre corrupción, sobre seguridad, pero también que entretenga, pero que entretenga de una manera periodística, no de una manera morbosa. Entonces, cuando se diseñó, a mí se me consultó un par de cosas y me pareció genial la idea. Ellos la echaron a andar, y cuando llegó el momento de incorporarme, yo gustoso lo hice.
¿Cómo equilibrar el periodismo de calidad con la estabilidad financiera?
Bueno, pues eso es un relajo, eso es difícil. Nosotros los primeros meses, el funcionamiento es básicamente con nuestros propios recursos, que se agotaban rápido, pero además, había que hacer crecer esto. Solo vamos a ser permanentes en el tiempo si lo logramos establecernos y eso implicaba crecer y eso era contratar gente y que la gente comenzara a tener salarios.
La forma en que nos estamos manteniendo ahorita, y eso es público, lo hemos puesto en nuestra página, nosotros conseguimos un financiamiento de dos oenegé estadounidenses que se dedican al fortalecimiento de la democracia en América Latina, son un par que financian medios en Centroamérica, en este caso El Salvador, Guatemala y Honduras, y Nicaragua también. De momento es la única forma de financiamiento que tenemos y nosotros somos transparentes y decimos recibimos financiamiento de estas personas. A nosotros no nos exigen nada, y estamos en las vueltas de conseguir publicidad, pero no es sencillo.
Las redes sociales, con este tema de los troles, a veces hay campañas contra los medios de comunicación. A ustedes les pasó, no sé si a cada momento les pasa. Muchas veces sirve para socavar la reputación de los medios de comunicación, pero a veces les sirven de campaña para que algunas de tus publicaciones que delatan o develan la corrupción de otros sectores sea n viralizadas. ¿Qué pensás sobre eso?
Es triste, es frustrante pero es lo que hay, y vos tenés que tomarlo como eso, o sea, la basura la sacás a la calle y ya está. No te vas a quedar en tu casa oliéndola. Nosotros tomamos los comentarios de los troles como basura. Si hay cosas u opiniones de gente que respetamos que nos preguntan, entonces, las contestamos, pero sino no.
Nosotros hemos tenido los costos. Nosotros revelamos la corrupción, Factum reveló la corrupción del fiscal Luis Martínez y el empresario Enrique Rais, y eso trajo sus costos. Al director de la revista, Héctor Silva, lo demandaron por difamación, un tipo —Enrique Rais —que ahora es prófugo. Héctor Silva se ha presentado a todas las audiencias que ha tenido, y eso que él no vive en el país, el vive en Estados Unidos, pero ha venido y se ha presentado a dar la cara ante la justicia, y este es un señor acusado de cooptar el sistema judicial que ahora está prófugo.
Yyo creo que está claro por donde fueron el montón de ataques para tratar de desprestigiar a la revista. La revista no creo que se haya desprestigiado, al contrario, hemos crecido. Por otro lado, luego se dijo que éramos financiados por Fito Salume, de hecho publicamos un editorial para dejar bien claro que nosotros no tenemos nada que ver con el señor Adolfo Salume. Y de ahí, además, nosotros como un ejercicio de transparencia hemos publicado, sin que nadie nos lo haya preguntado, de dónde conseguimos nuestro financiamiento.
Entonces, ataques siempre van a haber, pero en algunos casos se toman en cuenta y otros no. Una gente respetable, que después de una publicación de un sitio poco serio que se llama Diario Latino decía que habíamos recibido financiamiento de Salume, hubo un par de gente seria que nos preguntó que si era cierto. En honor a esa gente seria nosotros decidimos, bueno, lo que no queremos es que haya confusión en personas que no son troles, en lectores comunes, entonces, agarramos un editorial para explicar. Pero que en redes anónimas, en cuentas con gente que no da su nombre, cuestionen y eso, no tenemos ni un peso, porque no merecen la pena pasar la mala sangre solo por eso.