El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este viernes una resolución para facilitar la «entrega inmediata y segura» de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, controlada por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás).
El texto ha sido aprobado por 13 votos a favor, cero en contra y dos abstenciones -entre ellas Estados Unidos y Rusia- tras días de intensas negociaciones por las reticencias de Washington al mecanismo de supervisión de los envíos humanitarios coordinado por la ONU propuesto en otro borrador, más completo, presentado por Emiratos Árabes Unidos.
La resolución, que aunque mantiene intacto el mecanismo supervisado por la ONU -pese a que Estados Unidos abogaba por que fuera Israel el que llevase el control- ha dejado fuera la petición de un alto el fuego «urgente y sostenible» en el enclave palestino.
Un portavoz de la misión estadounidense en la ONU, Nate Evans, ya expresó en la víspera «serias preocupaciones» sobre dicho mecanismo y aseguró que, tal y como estaba redactado el texto, ello podía «ralentizar» la entrega de ayuda humanitaria.
Pausas y corredores humanitarios
En concreto, el texto pide «pausas y corredores humanitarios urgentes durante un número suficiente de días para permitir el acceso pleno, rápido, seguro y sin obstáculos» a Gaza. Además, exige la liberación de todos los rehenes.
Estados Unidos también se oponía al lenguaje utilizado en el anterior borrador sobre un «alto el fuego» en Gaza. La versión final del texto urge así a crear «los pasos necesarios para permitir la entrada de ayuda humanitaria», lo que pueda ayudar a «crear condiciones para un cese de las hostilidades sostenible».
La votación se produce después de que Estados Unidos vetara un texto a principios de diciembre en el Consejo que pedía un alto el fuego humanitario en Gaza.
La resolución aprobada este viernes es un paso importante para facilitar la entrega de ayuda humanitaria a la población palestina de Gaza, que se encuentra en una situación crítica tras la guerra de 11 días que enfrentó a Israel y Hamás a finales de octubre.
Sin embargo, la abstención de Estados Unidos y Rusia es un recordatorio de las diferencias entre las principales potencias mundiales sobre el conflicto palestino-israelí.