El aumento de la violencia en la nación centroamericana se atribuye a las disputas entre bandas criminales dedicadas al narcotráfico.

Costa Rica ha contabilizado 602 homicidios en lo que va de año, 184 asesinatos más que en el mismo período de 2022, según datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

La cifra más alta se reportó en la provincia de Limón, donde hasta la mañana del 1 de septiembre se habían registrado 151 asesinatos. Le siguen San José con 147 homicidios, Puntarenas con 96, Alajuela con 69, Guanacaste con 62, Cartago con 44 y Heredia con 33.

Con estas nuevas cifras, el promedio de homicidios ascendió a 75 casos frente a los 71 del pasado mes de julio. De seguir esta tendencia, antes de que termine septiembre se superaría el récord histórico de 656 asesinatos del año pasado, señala la emisora local Columbia.

Las autoridades costarricenses atribuyen el aumento de la violencia a las disputas entre bandas criminales dedicadas al narcotráfico, que —según dijo a CNN el ministro de Seguridad, Mario Zamora Cordero— se «han mexicanizado y tienen influencias de carteles colombianos y jamaiquinos».