Empresarios brasileños consideran que la inminente visita del presidente Luiz Inácio Lula da Silva a China servirá para continuar estrechando la relación entre ambos países y dará un impulso al comercio y a la economía brasileña, que todavía se recupera de los impactos de la COVID-19.

«Estamos felices con la visita de nuestro presidente y lo vemos como una buena señal de que estrecharemos todavía más los lazos que ya existen entre nuestras naciones», afirmó a Xinhua el presidente de Nortec Química, Marcelo Capanema.

Para su empresa, el mayor fabricante de materias primas farmacéuticas activas de América Latina, China es un mercado fundamental y, por ello, mandaron el mes pasado un equipo al país asiático por primera vez desde la pandemia.

«A inicios de marzo, enviamos un equipo a China por primera vez desde las restricciones de viaje causadas por la pandemia de COVID-19. Teníamos la práctica y el placer de enviar un equipo a China, al menos una vez al año, para mantener nuestras relaciones fructíferas y fomentar nuevos acuerdos. Consideramos fundamental mantener estas visitas, porque nos permiten hacer ‘benchmarking’ con nuestros socios y crear conjuntamente nuevas vías de cooperación», explicó.

«En la fabricación de especialidades químicas y materias farmacéuticas activas, hay un enorme espacio para el crecimiento a través de la cooperación (…) en nuestro sector, China es líder global y por esto, tenemos mucho que aprender y crecer juntos», completó Capanema.

Vinicius Patel, director de administración portuaria del puerto de Açu, en el litoral norte de Río de Janeiro, también alberga altas expectativas sobre la visita de Lula a China.

Patel recordó que desde las instalaciones sale parte de las «exportaciones de minería y petróleo crudo para el mercado asiático, principalmente China».

«Nuestros ejecutivos estarán acompañando el equipo presidencial en la visita, para reforzar estos lazos de intercambio de tecnología, intercambio de productos y la relación que existe entre los dos países», abundó.

Tras mecionar que el puerto de Açu tiene una larga historia de relación con China y el mercado de suministradores chinos, Patel dijo: «Desde que empezamos a operar, tuvimos la participación de algunos operadores chinos aquí y el mercado chino es un mercado muy importante para la economía brasileña».

Otro empresario animado con el viaje de Lula a China es Luis Fernandes, dueño de varias tiendas de comercio electrónico por todo Brasil.

«Pese a la distancia entre ambos países, en los últimos meses se incrementaron los vuelos de carga, permitiéndonos tener con más rapidez los productos que nos piden nuestros clientes. Recientemente, se inauguró una nueva ruta de carga aérea entre Shenzhen y Sao Paulo, lo que nos ayuda a recortar todavía más el tiempo de llegada de los productos de China que ofrecemos en Brasil», indicó.

Antes de la pandemia, el comercio electrónico representaba el 6 por ciento de las ventas comerciales en Brasil, cifra que saltó al 11 por ciento en 2020 y «sigue creciendo año tras año».

«Los consumidores brasileños están descubriendo un mundo de compras en el que no es necesario salir de casa, desde el teléfono u ordenador, pueden buscar y comprar el producto que deseen, y además, cada vez con una calidad mejor y un precio muy competitivo», completó Fernandes.

Según cifras de la Administración General de Aduanas de China, el comercio entre China y Brasil alcanzó los 171.490 millones de dólares en 2022, un 4,9 por ciento más que en 2021.

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