La portavoz adjunta del Gobierno de Tailandia, Ratchada Thanadirek, informó de que al menos 10 personas han muerto y más de 100 han resultado heridas en una explosión registrada en un almacén de fuegos artificiales en el sur del país el 29 de julio.
La explosión, que ocurrió por la tarde, destruyó unas 10 casas y dañó parcialmente un centenar de viviendas en un mercado de la provincia de Narathiwat, en la frontera con Malasia. Los heridos, entre ellos 14 en estado crítico, fueron enviados a hospitales locales para recibir tratamiento. En respuesta al accidente, el primer ministro Prayut Chan-o-cha instruyó a los organismos pertinentes a ofrecer apoyo a los heridos y a los afectados.