Varios activistas y artistas cubanos y extranjeros participaron el viernes en un acto político-cultural en la Escalinata de la Universidad de La Habana para denunciar el bloqueo que desde hace más de medio siglo impone Estados Unidos a Cuba.

El evento, pospuesto el martes ante la posibilidad de un empeoramiento de las condiciones meteorológicas, sirvió de clausura pública a la segunda edición del Coloquio Internacional Patria, que reunió a unos 60 extranjeros de 14 países y a un centenar de cubanos en la condena a la hostilidad de Washington contra la isla.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, intervino en el acto de manera inesperada para agradecer la participación de los activistas extranjeros, «que vinieron a demostrarnos que Cuba no está sola», y además rendir homenaje a la resistencia de los jóvenes revolucionarios cubanos.

«Los que día a día enfrentan las carencias, los que día a día enfrentan los problemas que nos ocasionan el recrudecimiento criminal del bloqueo a Cuba, pero que no pierden las esperanzas, que no pierden los sueños, que siguen siendo para nosotros una inspiración del presente y del futuro que vamos a construir», subrayó.

El acto fue calificado por la argentina María Fernanda Ruiz, del Instituto Patria, como «una fiesta de la política revolucionaria».

«Venimos a que el mundo sepa que el pueblo cubano soporta un tremendo bloqueo y también en el territorio digital», afirmó la activista al hablar ante una multitud reunida al pie de la escalinata universitaria.

También el mexicano Daniel Tovar, del partido gobernante Morena, reflexionó sobre la necesidad de actuar conjuntamente en las redes sociales ante el embate de la derecha y aseguró que «Cuba no está sola».

Por su parte, la extitular del Congreso de Ecuador Gabriela Rivadeneira destacó que el pueblo cubano «nunca se ha puesto de rodillas» y recordó que en América Latina no puede haber espacio sin Cuba.

Otros oradores, extranjeros y cubanos, coincidieron en la condena al bloqueo, una denuncia recogida en la declaración final del Coloquio, leída por el periodista franco-argentino Marco Teruggi.

«Romper el bloqueo no es solo una necesidad para Cuba, sino para el derecho internacional, el intercambio imprescindible de todos los países con una isla que ante una crisis global hizo todo lo posible para salvar a su pueblo y ayudar a otros enviando médicos y vacunas», expuso Teruggi.

El texto también denuncia que el bloqueo digital «implica mucho más que un acto de censura y de exclusión, es una restricción al desarrollo individual y colectivo, a la conformación de ciudadanía, a la participación integral en el devenir humano».

Mientras los oradores intervenían, en las fachadas de los edificios de la sede universitaria, mediante la técnica del video mapping, se mostraron pequeñas cápsulas audiovisuales y entrevistas.

Músicos cubanos animaron el acto, aunque la presentación principal corrió a cargo del grupo Buena Fe, una agrupación muy seguida por la juventud de la isla.

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