El Parlamento griego aprobó este jueves una reforma laboral que permitirá a los empresarios de sectores críticos imponer una semana laboral de seis días y liberar los horarios de los trabajadores para adaptarlos a las necesidades de producción.

La reforma, impulsada por el gobierno conservador de Kyriakos Mitsotakis, fue aprobada con los votos a favor de los 158 escaños del partido Nueva Democracia, la formación del primer ministro. La oposición, desde la extrema derecha a la izquierda radical, votó en contra.

La nueva ley permite a los trabajadores de sectores críticos, como la industria, la construcción y el turismo, optar voluntariamente a trabajar seis días a la semana, con un pago del 40% más por el día extra. También permite a los empresarios de estos sectores variar los horarios de los trabajadores con 24 horas de antelación.

La reforma ha sido duramente criticada por los sindicatos, que consideran que supone un ataque a los derechos laborales. Los sindicatos han convocado protestas en todo el país para este jueves.

«Esta reforma es un ataque a los derechos laborales y a la vida familiar», dijo el secretario general de la Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE), Yiannis Panagopoulos. «Los trabajadores no pueden ser obligados a trabajar más horas por menos dinero».

El ministro de Trabajo del gobierno griego, Kostas Katsafanas, defendió la reforma, asegurando que no elimina la semana laboral de cinco días ni las 8 horas de trabajo diarias. «Esta reforma no es obligatoria, sino voluntaria», dijo Katsafanas. «Los trabajadores tienen la libertad de elegir si quieren trabajar más horas».

La nueva ley entrará en vigor en los próximos meses.