La muerte de Saleh al Arouri en el Líbano podría generar una escalada en el conflicto y provocar la intervención de Hezbolá, que cuenta con una gran capacidad militar.
La muerte de Saleh al Arouri, número dos de Hamás, ocurrida el martes en un bombardeo en Beirut, ha generado condena por parte de las facciones palestinas, que amenazan con vengarse de Israel, y protestas en las calles. Hamás, la Yihad Islámica y la Autoridad Nacional Palestina calificaron el hecho como «asesinato», mientras que Israel se mantuvo en silencio.
El fallecimiento violento del número dos de la oficina política de Hamás, junto con otras cinco personas en el ataque de un dron, se produce mientras la guerra en Gaza entra en su tercer mes sin vislumbrarse una solución para detener la enorme cantidad de muertes diarias en la Franja.
Hamás culpó a «la ocupación sionista» (en referencia a Israel) de llevar a cabo un «cobarde» asesinato de líderes palestinos tanto dentro como fuera de Palestina. El bombardeo contra su oficina en Beirut demuestra, según Hamás, el completo fracaso de Israel en Gaza.
El brazo armado de Hamás, las Brigadas al Qasam, cofundadas por Saleh al Arouri, prometieron responder a todos los crímenes contra los palestinos. El grupo palestino Yihad Islámica calificó el hecho como un «asesinato cobarde y traicionero», y también combate al ejército israelí en la Franja.
El primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina, Mohamed Shtayeh, también condenó el «asesinato» y acusó implícitamente a Israel, refiriéndose a ellos como los autores del crimen.
En Cisjordania, algunos palestinos salieron a las calles en ciudades como Ramala o Yenín y en campos de refugiados, realizando marchas de protesta, algunos portando banderas de grupos como Hamás. El partido oficialista Fatah, que tiene un autogobierno en Cisjordania, convocó una huelga general para el miércoles en ese territorio, según la agencia de noticias palestina Maan.
Por su parte, el portavoz militar del Ejército de Israel, Daniel Hagari, afirmó que las fuerzas israelíes se encuentran en un alto nivel de preparación en todos los frentes, tanto en defensa como en el plano ofensivo. Israel no suele confirmar ni desmentir este tipo de acusaciones.
En el pasado, se atribuyeron a fuerzas y servicios de inteligencia de Israel asesinatos selectivos contra altos cargos o líderes palestinos en el extranjero, incluyendo a miembros de Hamás. Saleh al Arouri era uno de los líderes en el exilio más prominentes de Hamás, cofundador de su brazo armado y era reconocido por planificar acciones armadas contra Israel desde el exterior.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, ordenó presentar una queja «urgente» ante el Consejo de Seguridad de la ONU para protestar por el ataque israelí que resultó en al menos seis muertos.
En resumen, la muerte de Saleh al Arouri ha generado tensiones y amenazas de venganza por parte de Hamás y Hezbolá, lo que podría incrementar el conflicto. Israel se mantiene en silencio y está preparado para cualquier eventualidad.