El Tribunal Supremo Electoral (TSE) podría incurrir en fraude electoral e incumplimiento de deberes, al no dotar a las Juntas Receptoras de Votos de las herramientas tecnológicas básicas para realizar los escrutinios en las elecciones de 2018. Así lo asegura el director de la Iniciativa Social para la Democracia, Ramón Villalta.
De acuerdo a Villalta, los 5.4 millones de dólares asignados al Tribunal son suficientes para invertir en equipo tecnológico que facilite el conteo de votos fraccionados y marcas de preferencia en los próximos comicios.
Villalta cuestiona que el Tribunal aún no decide usar tecnología para realizar el escrutinio preliminar, cuando faltan menos 10 meses para las próximas elecciones. Señala que los posibles problemas y atrasos generados por dicha situación provocarán una crisis política innecesaria que derivará en desconfianza de la población.
Los resultados de las elecciones de 2015 se dieron a conocer 40 días después de la votación desarrollada el 1 de marzo. De acuerdo a autoridades, el retraso se debió a anomalías en actas y en conteo de votos. Las Juntas plasmaron en actas de escrutinio votos que no concordaban con marcas en papeletas.