La Comisión Europea ha reconocido este martes que no se dan las condiciones para un acuerdo comercial con Mercosur a corto plazo. La decisión se produce en un contexto de protestas de agricultores en varios países europeos que rechazan el pacto por las condiciones de producción en los países latinoamericanos.

Por su parte, las organizaciones agrarias europeas se muestran contrarias a un acuerdo comercial con Mercosur mientras no mejoren las condiciones de los jornaleros en los países europeos y la regulación medioambiental a la que se somete la producción. Argumentan que la producción en países como Brasil o Argentina no está sujeta a los mismos estándares que en Europa.

Este rechazo cuenta con el apoyo de Francia e Irlanda, mientras que Alemania, principal socio comercial de Mercosur en Europa, encabeza la lista de países que sí son partidarios de alcanzar el pacto.

Elecciones europeas en el horizonte

Los mensajes este año cobran especial relevancia con las elecciones europeas a la vista el próximo mes de junio. Los agricultores temen la competencia de países como Brasil, principal exportador de soja o café, o Argentina, uno de los mayores exportadores de maíz.

Negociaciones estancadas

Las negociaciones para el pacto se iniciaron en 2019, y la presidencia de turno de España el pasado año lo tuvo como uno de sus objetivos que no logró alcanzarse. Algunos dirigentes latinoamericanos, como el brasileño Lula da Silva, han avisado de que los mensajes proteccionistas desde Europa dificultan el acuerdo.

Debate en el Parlamento Europeo

Los distintos grupos parlamentarios han fijado este martes sus posiciones en la Eurocámara en relación a las demandas de los agricultores. El líder de los populares, Manfred Weber, ha pedido a los 27 que cualquier nueva propuesta sobre política agraria cuente con el respaldo de los propios trabajadores del campo, mientras que la socialista Iratxe García ha advertido de la influencia de la extrema derecha en las protestas.

Además, García ha defendido el pacto con Mercosur, subrayando que debe salir adelante sujeto a los mismos requisitos de producción que se exigen a los agricultores en la Unión Europea. Por su parte, la representante de Los Verdes, Tilly Metz, ha pedido a la Comisión que investigue la influencia de las grandes empresas agrícolas y del sector de la alimentación en la reducción de los beneficios de los campesinos.

Los agricultores no están satisfechos

Las organizaciones agrarias europeas han lamentado que el debate en el Parlamento Europeo haya sido «un juego de reparto de acusaciones» entre los grupos parlamentarios, por lo que consideran que no ha aportado soluciones a los problemas del sector.

El futuro del acuerdo con Mercosur es ahora incierto. Se espera que la Comisión Europea revise la situación en los próximos meses y decida si es posible reanudar las negociaciones.