Según un informe del Banco de Pagos Internacionales, los más afectados fueron los compradores que se encuentran fuera de las principales economías.

El 2022 resultó ser un año poco exitoso para todas las inversiones de alto riesgo, mientras los activos en criptomonedas registraron las mayores pérdidas. La industria criptográfica se vio sacudida por dos escándalos. Primero colapsó el ‘stablecoin’ Terra, que supuestamente era un activo estable, tal y como indica su nombre. Luego quebró la plataforma de intercambio FTX y la empresa comercial asociada Alameda Research, poniendo en tela de juicio todo el futuro de las criptodivisas.

Un informe publicado este lunes por el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés) señala que ambos colapsos provocaron una gran pérdida de dinero a la mayoría de los usuarios de aplicaciones criptográficas a nivel mundial, a la vez que los inversores que se encuentran fuera de las principales economías fueron los que recibieron el mayor golpe.

De acuerdo con el BIS, una institución propiedad de los bancos centrales, en total más de 450.000 millones de dólares se esfumaron del criptomercado tras el colapso de Terra, que se produjo en mayo de 2022, y otros 200.000 millones de dólares desaparecieron tras la quiebra de FTX en noviembre.

Durante su análisis, el organismo procesó los datos de las aplicaciones de intercambio de criptomonedas de 95 países junto a la información sobre los bitcoines. De ese modo, se determinó que prácticamente las tres cuartas partes de los usuarios descargaron una aplicación de plataforma criptográfica cuando el precio de bitcóin se situaba por encima de los 20.000 dólares. El período analizado se extiende desde agosto de 2015 hasta diciembre de 2022.

«El inversionista medio habría perdido 431 dólares en diciembre de 2022, lo que corresponde a casi la mitad de sus 900 dólares totales en fondos invertidos desde que descargó la aplicación», reza el informe. «En particular, esta proporción es aún mayor en varias economías de mercados emergentes como Brasil, India, Pakistán, Tailandia y Turquía. Si los inversores continuaron invirtiendo con una frecuencia mensual, más de cuatro quintas partes de los usuarios habrían perdido dinero«, afirman los autores.

Al mismo tiempo, se reveló que los inversores más grandes podrían haber estado más preparados que los más pequeños ante la situación, e incluso beneficiarse de ellos. Según el BIS, los inversores más potentes pudieron vender sus activos a los más pequeños antes de la fuerte caída de los precios de las criptodivisas. 

El informe resaltó que «la mayoría de los inversores globales probablemente han perdido dinero en sus inversiones en criptodivisas. Posiblemente estas pérdidas fueron mayores por el hecho de que los inversores más grandes y sofisticados tendían a vender sus monedas justo antes de las caídas pronunciadas de los precios, mientras que los inversores más pequeños seguían comprando«.

«Estos patrones resaltan la necesidad de tener mejor protección de los inversores en el espacio criptográfico», destacaron los expertos, agregando que, paralelamente, «la fuerte caída en el tamaño del sector de las criptomonedas no ha tenido repercusiones para el sistema financiero en general hasta ahora«.

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