Más de 6.000 armenios residentes en el territorio de Nagorno Karabaj han huido en las últimas horas hacia Armenia por temor a un incremento de la violencia en el territorio controlado de nuevo por Azerbaiyán.

El corredor que comunica por carretera la región con Armenia se ha abierto después de diez meses de bloqueo, lo que ha provocado un éxodo masivo en el que las personas que se marchan están siendo escoltadas por los soldados enviados por Rusia.

Azerbaiyán ha recuperado el control de este territorio en el que viven más de 100.000 armenios y éstos temen que haya represalias contra ellos a pesar de que el gobierno de Bakú asegura que no hará uso de la violencia.

Los dirigentes de la etnia armenia en el territorio, han confirmado que todos los que quieran marcharse tendrán en las próximas horas la posibilidad de irse por carretera y que se les entregará combustible para que puedan hacer el viaje.

Tensión diplomática

El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, ha acusado a Rusia en estos días de permitir que Nagorno Karabaj volviera a estar bajo control total de Azerbaiyán, incrementando la tensión entre dos países que habían sido aliados hasta el momento.

El Kremlin ha contestado este lunes avisando a Pashinyan de «estar cometiendo un gran error» con esa insinuación. En paralelo, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha protagonizado un acto conjunto con su homólogo azerí Ilham Aliyev en el que ha mostrado su satisfacción por la ofensiva en el territorio mayoritariamente habitado por armenios.

Manifestaciones en Armenia

En los últimos días, miles de personas se han manifestado en varias ocasiones en la capital de Armenia, en Ereván, para pedir la dimisión de Pashinyan por permitir la rendición de los combatientes armenios de Nagorno Karabaj. Después de la última manifestación han sido detenidas 142 personas.

El próximo 5 de octubre, tanto Pashinyan como Aliyev se van a reunir en Granada para buscar un acuerdo de paz en un encuentro en el que estarán presentes también la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz.

El éxodo masivo de armenios de Nagorno Karabaj es un nuevo signo de la tensión que sigue existiendo en la región tras la guerra de 2020. El temor a las represalias por parte de Azerbaiyán está llevando a miles de personas a abandonar sus hogares en busca de seguridad.

La tensión diplomática entre Armenia y Rusia, así como las manifestaciones en Armenia contra el primer ministro Pashinyan, complican aún más el panorama para un acuerdo de paz duradero en la región.