La OTAN ha calculado que Rusia ha perdido a 300.000 soldados en la guerra de Ucrania, según ha anunciado este miércoles el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg.
Stoltenberg ha hecho estas declaraciones en una reunión celebrada en Bruselas a la que han acudido los ministros de Exteriores de los países miembros de la OTAN. En ella, el secretario general ha asegurado que Rusia también ha perdido «aviones de combate y helicópteros».
«Rusia está ahora más débil política, militar y económicamente», ha dicho Stoltenberg. «Ha perdido una gran cantidad de equipo militar y ha sufrido un número significativo de bajas», ha añadido.
Sin embargo, el secretario general de la OTAN ha querido evitar un optimismo excesivo de cara a los próximos meses. Ha confirmado que Rusia está recopilando un arsenal de misiles para afrontar una nueva ofensiva en invierno contra la red energética ucraniana.
También ha reducido las expectativas respecto al impacto que los aviones de combate F-16 puedan tener en el devenir del conflicto. Por un lado, porque no ha querido fijar un calendario concreto para su entrada en acción, y por otro, porque ha avisado de que «no serán una fórmula mágica» que acabe con la guerra.
El ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ha pedido a los países aliados que no reduzcan su apoyo a Kiev. «Necesitamos crear un área común euroatlántica de industrias de la defensa», ha dicho.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha intentado calmar al gobierno de Zelenski. «No veo una sensación de fatiga, al contrario, sigo comprobando un respaldo en ambas Cámaras, un respaldo de ambos partidos a seguir apoyando a Ucrania», ha dicho.