Pedro Sánchez ha sido investido presidente del Gobierno con 179 votos a favor, por lo que ha superado en tres la mayoría absoluta del Congreso de los Diputados. Como estaba previsto después de semanas de negociaciones del PSOE con las distintas formaciones, todo el arco parlamentario excepto PP, Vox y UPN le ha dado su apoyo.
La ley de amnistía ha protagonizado los dos días de pleno, pero también en eso se han quedado prácticamente solas esas tres fuerzas, que han sido las únicas que la han criticado con dureza.
Sánchez defiende la amnistía
En su discurso de investidura, Sánchez defendió la amnistía «en nombre de España y en defensa de la concordia entre españoles» y expuso todos los compromisos del futuro gobierno de coalición, incluidos algunos anuncios como la gratuidad del transporte para menores, jóvenes y desempleados y la extensión de la rebaja de IVA a alimentos hasta junio de 2024.
El candidato a la investidura cargó contra «la derecha reaccionaria» en numerosas ocasiones, pero cuando le tocó el turno al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y al de Vox, Santiago Abascal, su tono fue mucho más bronco.
Feijóo acusa a Sánchez de corrupción
El primero acusó a Sánchez de «corrupción política» e insistió en la repetición electoral argumentando que lo que se había llevado al Congreso «no se votó en las urnas». El líder de la ultraderecha fue todavía un paso más allá comparando al candidato con Hitler y acusándole de dar un «golpe de Estado».
UPN también critica la amnistía
Ya este jueves, el diputado de UPN Alberto Catalán, que también ha votado en contra de la investidura, también ha sido muy crítico con la amnistía y ha señalado que «España no puede ser gobernada por aquellos que quieren acabar con ella».
Partidos nacionalistas cargan contra la derecha
Todos los partidos nacionalistas han sido muy críticos con la derecha, especialmente, con el PP. Han tirado de hemeroteca para recordar pactos en el pasado con catalanes y vascos y el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, leyó declaraciones de líderes populares como Aznar, Casado o Rajoy, en las que ya aseguraban que «España se rompe». El diputado cree que siempre han dicho esto «cuando han perdido». El PNV también está convencido que «la amnistía es una excusa para convocar unas nuevas elecciones».
Junts apoya la investidura
Junts finalmente no ha dado ninguna sorpresa a la hora de votar, pero este miércoles sembraba las dudas tras manifestar su descontento con el discurso de Sánchez: «Con nosotros, no tiente la suerte porque no le servirá. Su discurso no ha sido valiente», espetó a Sánchez la portavoz del partido, Míriam Nogueras, al comienzo de su intervención.
Bildu exige más avances
Este jueves, en contraposición a Junts, la portavoz de EH-Bildu, Mertxe Aizpurua, anunciaba el apoyo de la formación a la investidura «sin juegos, especulaciones, amagos y advertencias» pero le ha recordado a Sánchez que su apoyo «no es un cheque en blanco» y que exigen más avances en el soberanismo y los derechos sociales.
Coalición Canaria y BNG centran sus intervenciones en los beneficios de sus acuerdos
Mientras, Coalición Canaria y el BNG han preferido centrarse en destacar los beneficios que sus acuerdos con el nuevo gobierno les traerán a sus comunidades. La diputada canaria, Cristina Valido, ha hecho una escueta mención a la amnistía —de la que su partido es contrario a pesar del voto a favor de la investidura— para lanzar un deseo: «Ojalá volvamos a la senda de la convivencia y el entendimiento. Ojalá todo lo que usted está haciendo sirva para ello», ha dicho mirando a Sánchez. Antes de despedirse, expresaba otro anhelo: «Les voy a pedir un favor a todos, fundamentalmente a los dos grandes partidos: bajen la crispación. No pongan en peligro la libertad y la democracia que tanto nos costó conseguir, porque normalmente los monstruos vienen despacito y sin que nadie los vea», ha sentenciado.
Momentos destacados de la investidura
Esta investidura va a ser recordada por varios motivos. Este miércoles, alrededor de medio millar de personas se concentraron a las puertas del Congreso en protesta por la amnistía y este jueves la zona estaba más tranquila pero un grupo de diputados del PSOE han denunciado un ataque con huevos cuando se dirigían a la Cámara Baja. «No es tolerable… ¡no nos van a callar!», decía
Pero sin duda, el momento más comentado de los dos días de debate ha sido el insulto de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El miércoles, durante su discurso de investidura, Pedro Sánchez. mencionó a Ayuso: «Evacuar al señor Casado en un golpe de mano y echar por tierra a ese caso de corrupción de la señora Ayuso», dijo. Las cámaras enfocaron a la presidenta, que se levantó de su asiento y, en voz baja, dijo algo que fue captado por los micrófonos de la sala.
En un primer momento, su equipo lo negó. Aseguraban que había dicho «me gusta la fruta». Sin embargo, más tarde, reconocían que sí le había insultado: «Es lo mínimo que se merece», incidían.
Este jueves, Ayuso, lejos de pedir disculpas, acusaba a Sánchez de «difamación» y se permitía hacer bromas en la Asamblea de Madrid: «Para mis adentros dije ‘me gusta la fruta'».
El insulto de Ayuso ha sido ampliamente criticado por la oposición, que lo ha considerado una muestra de «falta de respeto» y «decencia». El propio Sánchez ha dicho que es «un insulto a los españoles».
El incidente ha vuelto a poner de manifiesto la tensión entre el PP y el PSOE, que se agudizó durante la investidura de Pedro Sánchez.