Está previsto un paro de 24 horas el próximo 7 de septiembre, así como huelgas parciales los viernes.

La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) y Comisiones Obreras (CC.OO.) han convocado para el próximo 7 de septiembre a una huelga de 24 horas para los trabajadores de la Seguridad Social en España, por primera vez en la historia del organismo público, además de paros parciales de una hora cada viernes.

El motivo de la protesta es el colapso de la atención ciudadana, motivada por la falta de efectivos, los retrasos en la gestión de las prestaciones y el incumplimiento de los acuerdos en materia de personal, a juicio de los convocantes.

Según la nota de prensa que han difundido, existe una falta de voluntad del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, dirigido por José Luis Escrivá, para dar una solución a los problemas que enfrentan tanto la plantilla como la ciudadanía, entre los que se cuentan la «falta de personal, retraso en las citas y en el reconocimiento de prestaciones, cierre de oficinas, así como el incumplimiento de los compromisos en materia de provisión de puestos, prevención de riesgos laborales, productividad, formación, promoción interna, entre otros».

Los sindicatos sostienen que el personal se encuentra en una situación de incertidumbre, que «compromete el servicio de calidad que se debe prestar», debido al fracaso de la implantación de un plan estratégico para la Seguridad Social, por la falta de un diagnóstico real de la situación.

Esta tarde está previsto que los representantes de los dos sindicatos convocantes se reúnan con los responsables del Ministerio para exponer nuevamente sus reivindicaciones.

Plantilla insuficiente

En los últimos meses los retrasos en la atención ciudadana han provocado un clamor, más aún cuando la gran mayoría de las gestiones necesita de cita previa, algo muy difícil de conseguir. La situación ha hecho que se haya desarrollado un mercado negro para estas consultas.

Ante este panorama, la Administración ha intentado reforzar la plantilla del organismo, algo que está resultando complicado debido al alto ritmo de las jubilaciones, a lo que se suma el hecho de que el 85 % de los trabajadores tienen más de 50 años, según los cálculos de los sindicatos.

Así, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se ha llegado a plantear otras soluciones, como que los empleados trabajen más horas de las que les corresponden por contrato, abonándoles una cantidad por cada cita atendida fuera de su horario.

Sin embargo, esos planteamientos han sido rechazados por los funcionarios, que exigen un mayor refuerzo de las plantillas. Aunque en 2022 hubo 1.168 incorporaciones de trabajadores, y se espera que se sumen otros 4.200 para este 2023, lo cierto es que puede no ser suficiente para revertir el recorte sufrido en los últimos años, que pasó de 28.700 trabajadores en 2011 a 21.900 en 2022, a pesar del incremento de funciones y de volumen de gestión con la creación de nuevas prestaciones, como el Ingreso Mínimo Vital.

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