El ministro de Cultura de Perú, Jair Pérez Brañez, presentó este viernes su carta de renuncia al cargo tras el saldo mortal que ha dejado la represión a las protestas que exigen el regreso al poder del expresidente Pedro Castillo.

«Hoy he presentado mi renuncia irrevocable. El Perú necesita paz y diálogo efectivo, no más violencia venga de donde venga. Invoco a que al más alto nivel y en todos los poderes se reflexione y tomen acciones para llevar paz al pueblo peruano. Ni una muerte más», escribió Pérez Brañez en Twitter donde publicó la carta con su dimisión enviada a la presidenta Dina Boluarte.

En la misiva, Pérez Brañez justifica su renuncia por «los lamentables sucesos acontecidos en el país que tienen como saldo la irreparable pérdida de hermanos y hermanas, hacen insostenible mi permanencia en su Gobierno«.

En una entrevista a inicios de semana, Pérez Brañez dijo que los peruanos viven en medio de una polarización «que no ha podido atender necesidades vitales» de la población y que «la presión ciudadana debe empujar a generar sensibilidades políticas para buscar soluciones a los problemas del país».

«Necesitamos una voluntad firme de diálogo y muchísima responsabilidad, no solo de los poderes del Estado, sino de parte de las instituciones sociales, las fuerzas políticas», dijo en su momento el ahora ex ministro que había sido designado en el cargo hace apenas cinco días.

Además, lamentó las muertes causadas en medio de las protestas, que en poco más de una semana han dejado un saldo de al menos 20 muertos, e indicó que lo que vive Perú es «un momento doloroso», «de mucha preocupación» y «que no justifica ninguna muerte».

Otra renuncia en medio de la crisis de gobierno

La renuncia de Pérez Brañez se da en medio del recrudecimiento de la crisis política e institucional que enfrenta Perú desde hace una semana, tras la destitución del presidente Pedro Castillo por parte del Congreso y la posterior designación de Dina Boluarte como mandataria.

Su dimisión se suma a la de Patricia Correa, que había sido designada ministra de Educación por Boluarte. La ahora ex funcionaria, alegó que su renuncia respondía a la violencia estatal en contra de manifestantes que piden la liberación y restitución en el poder de Pedro Castillo.

«La muerte de connacionales no tiene justificación alguna. La violencia de Estado no puede ser desproporcionada y generadora de muerte», expresó Correa.

Boluarte declaró un toque de queda en 15 provincias de ocho departamentos del país, en medio de la ola de manifestaciones a favor de Castillo que se han visto enmarcadas por las denuncias de uso excesivo de la fuerza y de violaciones a los derechos humanos por parte de las autoridades en contra de los ciudadanos.

Desde la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han recordado al Estado peruano que tiene el deber de cumplir con los «estándares internacionales sobre el uso de la fuerza basado en los principios de legalidad, proporcionalidad y absoluta necesidad con miras a reducir la letalidad policial». 

El llamado de la CIDH se enmarca en las denuncias ciudadanas sobre el empleo indiscriminado de gases lacrimógenos y el uso de perdigones de metal en contra de manifestantes.

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