En un contexto de máxima tensión geopolítica, Rusia ha elevado el tono de sus mensajes en las últimas horas. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, no ha descartado el uso de armas nucleares si Rusia considera que su existencia como país está en peligro.

Peskov calificó de “extremadamente irresponsables” los debates sobre una guerra nuclear en Occidente, pero matizó que Moscú no descarta su utilización en una situación extrema.

Además, rechazó un enfrentamiento directo con Alemania, pero advirtió que seguirán atacando tanques y aviones de Estados Unidos que interfieran en sus acciones en Ucrania.

Peskov también se refirió a la posible entrada de Finlandia en la OTAN, asegurando que convertiría al país en un “objetivo legítimo», para Rusia.

En cuanto a Moldavia, el portavoz del Kremlin mostró la preocupación de Moscú por la situación en la región separatista de Transnistria, y advirtió al gobierno moldavo que espera “colaboración y entendimiento”.

Rusia también ha desafiado la decisión de la Corte Penal Internacional (CPI) de emitir órdenes de arresto para dos comandantes rusos implicados en la invasión de Ucrania. El gobierno de Putin considera la decisión como una “provocación” y no la acatará, ya que no reconoce la legitimidad del tribunal. 

La escalada de tensión entre Rusia y Occidente continúa, con el uso de armas nucleares sobre la mesa, advertencias a países vecinos y un desafío a la justicia internacional. El futuro de la seguridad en Europa se encuentra en un estado de incertidumbre y preocupación.